viernes, 25 de junio de 2010

Japón conoce los secretos del Jabulani y del tiqui-taca

Si Inglaterra celebra los saques de esquina, Japón festeja las faltas directas. El cómic que popularizó el fútbol en Japón elevó a la categoría de suerte suprema del juego un lanzamiento de falta llamado tiro del águila. El lance se grabó en la memoria de los chavales japoneses, hoy futbolistas, que lo han practicado sin descanso. Un dominador de esa suerte es Keisuke Honda, quien ya lo exhibió en la Champions ante Palop.

Transcurría el minuto 17 cuando el árbitro señaló una falta a 35 metros del meta danés. Honda se situó ante el Jabulani, utilizado en la J-League nipona (pero él no juega allí). Midió y le pegó seco, con tres dedos, plano. La pelota ascendió evitando a la barrera para caer plomizamente batiendo a un Sorensen condenado por un paso equivocado. Minutos después se produjo otra falta al borde del área danesa. Todos esperaban otro latigazo de Honda cuando Endo, que juega cada domingo con el Jabulani, acarició con el interior de pie la pelota que envolvió la barrera por fuera en su viaje a la red.
Suerte suprema.

Dos goles, dos faltas, suerte suprema del fútbol japonés, condenaban a una primitiva Dinamarca de físico paquidérmico que rifaba sandías con la excusa de Bendtner frente al consistente tiki-taka, versión nipona del tiqui-taca. Ni siquiera la ayuda de un árbitro lamentable que inventó un penalti (fallado y remachado) dio vida a una Dinamarca apuntillado por una nueva obra de arte de Honda, que ayer más que un delantero pareció un dibujo animado. Concretamente Oliver Atom, la estrella del New Team.
El detalle: tres friquis de tres asiáticos

Los tres goles de falta directa que se han producido hasta el momento en el presente Mundial han sido convertidos por futbolistas asiáticos. El delantero del Marsella Chu Young marcó uno a Nigeria con un disparo parabólico que entró por el palo del portero Eneyama. Y anoche los nipones Honda y Endo batieron al danés Sorensen. ¿Casualidad? Lo cierto es que a la hora de chutar no se lo piensan ni un segundo.
¡Vaya día!

Sorensen

En el primer gol le condenó su paso a la izquierda; en el segundo, puso mal la barrera.
El dandy

Endo

El toque magistral en el segundo gol y su criterio le otorgan este nominación.
El duro

Kroldrup

Protagonizó la jugada más fea del partido al derribar sin miramientos a un advesario.
El crack

Honda

Clavó el tiro del águila, inventó una obra de arte y regaló el tercer gol. Un superhéroe.

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