El vigente campeón mundial Italia y el sólido Paraguay son los firmes candidatos a pasar a octavos de final en el grupo F del Mundial de Sudáfrica 2010, por delante de Eslovaquia y Nueva Zelanda, la Cenicienta del torneo que vuelve tras su debut en España 1982.
La Italia de Marcello Lippi, que regresó al cargo tras dos años sabáticos después de ganar la final de Berlín en 2006 y el tropiezo de Roberto Donadoni en la Eurocopa 2008, sigue apostando por la Vieja Guardia liderada por su capitán Cannavaro, pese al fiasco en Confederaciones 2009.
El ítalo-argentino Mauro Camoranesi, Gigi Buffón, Gennaro Gattuso y Andrea Pirlo continúan siendo las cabezas visibles de un vestuario sin apenas caras nuevas, pero que defiende siempre con honor el palmarés de la Nazionale en las grandes citas.
Cuatro títulos mundiales y dos subcampeonatos en sus participaciones en la Copa del Mundo colocan a Italia como la segunda potencia del planeta, detrás del penta Brasil.
En primera ronda, la amenaza de la Squadra Azzurra se llama Paraguay, un equipo con identidad futbolística similar a la italiana, con entrega, rigidez táctica y vasta experiencia internacional, que le peleará el primer puesto de la llave para evitar en octavos al vencedor del grupo E, Holanda.
El equipo dirigido por el argentino Gerardo Martino avanzó con paso firme a Sudáfrica gracias a la solidez de su defensa, el despliegue de su medular y el chispazo de Roque Santa Cruz.
El gran objetivo guaraní será pasar a los cuartos de final, después de hacer octavos en 1998 y 2002 y olvidar la prematura eliminación en fase inicial en 2006.
Eslovaquia, ganador de su zona en la eliminatoria europea, hará su debut absoluto en Copa del Mundo y parece condenada a jugar un papel de reparto, salvo que su armador Marek Hamsik lo impida, mientras que Nueva Zelanda aprovechó bien la partida de Australia hacia la Confederación Asiática para amarrar su segunda presencia en Mundiales.
Los All Whites, que festejaron la captura de su primer punto en una gran cita en la última Copa Confederaciones, quieren seguir ganando experiencia en el ámbito internacional con una base de jugadores que lentamente se ha abierto alguna plaza en Europa, como el delantero Chris Killen en suelo británico.
La Italia de Marcello Lippi, que regresó al cargo tras dos años sabáticos después de ganar la final de Berlín en 2006 y el tropiezo de Roberto Donadoni en la Eurocopa 2008, sigue apostando por la Vieja Guardia liderada por su capitán Cannavaro, pese al fiasco en Confederaciones 2009.
El ítalo-argentino Mauro Camoranesi, Gigi Buffón, Gennaro Gattuso y Andrea Pirlo continúan siendo las cabezas visibles de un vestuario sin apenas caras nuevas, pero que defiende siempre con honor el palmarés de la Nazionale en las grandes citas.
Cuatro títulos mundiales y dos subcampeonatos en sus participaciones en la Copa del Mundo colocan a Italia como la segunda potencia del planeta, detrás del penta Brasil.
En primera ronda, la amenaza de la Squadra Azzurra se llama Paraguay, un equipo con identidad futbolística similar a la italiana, con entrega, rigidez táctica y vasta experiencia internacional, que le peleará el primer puesto de la llave para evitar en octavos al vencedor del grupo E, Holanda.
El equipo dirigido por el argentino Gerardo Martino avanzó con paso firme a Sudáfrica gracias a la solidez de su defensa, el despliegue de su medular y el chispazo de Roque Santa Cruz.
El gran objetivo guaraní será pasar a los cuartos de final, después de hacer octavos en 1998 y 2002 y olvidar la prematura eliminación en fase inicial en 2006.
Eslovaquia, ganador de su zona en la eliminatoria europea, hará su debut absoluto en Copa del Mundo y parece condenada a jugar un papel de reparto, salvo que su armador Marek Hamsik lo impida, mientras que Nueva Zelanda aprovechó bien la partida de Australia hacia la Confederación Asiática para amarrar su segunda presencia en Mundiales.
Los All Whites, que festejaron la captura de su primer punto en una gran cita en la última Copa Confederaciones, quieren seguir ganando experiencia en el ámbito internacional con una base de jugadores que lentamente se ha abierto alguna plaza en Europa, como el delantero Chris Killen en suelo británico.
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