Pasión, fiebre y euforia colectiva en Estados Unidos. No es el baloncesto, ni el fútbol americano, ni el béisbol ni el hockey sobre hielo. Es el "soccer". El Mundial de Sudáfrica alcanzará en el país niveles desconocidos cuando el equipo enfrente a Ghana en octavos de final el sábado.
Debido a la diferencia horaria con Sudáfrica, los partidos en Estados Unidos se transmiten en horario laboral, pero aún así, bares, restaurantes y cafeterías aparecen congestionados de fanáticos que visten las tradicionales camisetas de su equipo, utilizan máscaras y maquillajes y hacen sonar las ya famosas vuvuzuelas.
Las imágenes televisivas tras la victoria ante Argelia en ciudades como Washington, Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami son una prueba del arraigo del fútbol en Estados Unidos. Y no sólo entre la gran comunidad latina.
"Esto es una ola expansiva por toda la ciudad", dijo a la agencia dpa Nathaniel Campbell, empleado del restaurant Titanic en Miami. "Desde temprano llegan los clientes para ver los partidos como si fueran días de fiesta. Y los gritos de 'gol, gol' son ensordecedores. Nunca había visto algo así".
Igual sucedió en los primeros partidos del equipo de Bob Bradley o con los choques en los que participaron Argentina, Brasil, España y Alemania, además de los de México, Uruguay y Chile por cercanía geográfica.
La prueba de cuánto ha arraigado el fútbol en una nación que le corre por las venas el "american football", el béisbol, el baloncesto y el hockey sobre hielo la ofreció la propia FIFA cuando informó que 130.000 estadounidenses volaron a Johannesburgo para ver los partidos del Mundial, la mayor cantidad de espectadores de cualquier país.
Junto a ellos, las cadenas ABC, ESPN y Univisión gastaron en total 425 millones de dólares por los derechos de trasmisión del Mundial en Estados Unidos, más de diez veces lo que se pagó por el Mundial de hace ocho años en Corea/Japón y una cifra superior a la desembolsada por cualquier otro país para la emisión de la cita.
"A los norteamericanos les encanta ganar", dijo Jamil Walker, ex jugador de "soccer" del DC United de Washington. "Ellos piensan que deben ser los mejores en todo".
Quizás eso explique ese afán por un deporte en el que están todavía muy lejos de ser los "mejores": 14,5 millones de espectadores en ABC y Univisión vieron por televisión el partido EEUU-Inglaterra, récord en el país para un choque de la primera ronda de un Mundial.
"El público estadounidense se está volcando al fútbol como nunca antes, las cifras son increíbles", dijo al diario "El Nuevo Herald" Stephen Masters, vicepresidente de deportes de la empresa de ratings Nielsen.
"Tiene mucho que ver con el entusiasmo generado por las aplicaciones móviles y las redes sociales antes de que empezara el Mundial", añadió Masters.
Pero indiscutiblemente también tiene que ver con otros fenómenos promocionales previos al Mundial y con la solicitud estadounidense para organizar la cita universal en 2018 o 2002, cuyo resultado se conocerá a finales de 2010.
Otra prueba del arraigo del fútbol en Estados Unidos lo dio la cadena Fox hace algunas semanas cuando postergó por tres horas la transmisión de un partido de béisbol de las Grandes Ligas norteamericanas para emitir "en vivo y a todo color" la final de la Liga de Campeones de Europa entre el Bayern Munich y el Inter de Milán.
"Tomé vacaciones, compré alimentos y bebida y no me muevo de delante del televisor para observar los encuentros", dijo a dpa Leonard Wall, un bibliotecario del área de Kendall, en Miami, que jugó fútbol americano cuando era joven.
"Deseo que gane Estados Unidos, pero comprendo que todavía estamos lejos de Brasil, Argentina y España principalmente", añadió Wall.
Antes del Mundial también la conocida revista "Vanity Fair" sacó una edición en la cual aparecían en portada el astro portugués Cristiano Ronaldo y Didier Drogba, de Costa de Marfil, y unos días más tarde, "Sports Illustrated" dio otro respaldo al evento con carátula bajo el título "El deporte bonito".
Al unísono, la firma deportiva Nike colocó en Youtube un video promocional del certamen de tres minutos de duración que atrajo 15 millones de visitantes, según Masters.
"Tenemos una herramienta que se llama 'Buzzmetrics', que revisa decenas de millones de blogs y sitios web y que mide de qué están hablando los estadounidenses en el ciberespacio. Y descubrimos más comentarios sobre el Mundial que sobre cualquier otro deporte", precisó Masters.
El ingreso de jugadores foráneos de calidad a la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos y el incremento del nivel cualitativo de los estadounidenses que participan en las fuertes Ligas europeas están contribuyendo a la atmósfera del Mundial.
Y todo es susceptible de mejorar si Estados Unidos vence a Ghana, se mete en cuartos y...
Debido a la diferencia horaria con Sudáfrica, los partidos en Estados Unidos se transmiten en horario laboral, pero aún así, bares, restaurantes y cafeterías aparecen congestionados de fanáticos que visten las tradicionales camisetas de su equipo, utilizan máscaras y maquillajes y hacen sonar las ya famosas vuvuzuelas.
Las imágenes televisivas tras la victoria ante Argelia en ciudades como Washington, Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami son una prueba del arraigo del fútbol en Estados Unidos. Y no sólo entre la gran comunidad latina.
"Esto es una ola expansiva por toda la ciudad", dijo a la agencia dpa Nathaniel Campbell, empleado del restaurant Titanic en Miami. "Desde temprano llegan los clientes para ver los partidos como si fueran días de fiesta. Y los gritos de 'gol, gol' son ensordecedores. Nunca había visto algo así".
Igual sucedió en los primeros partidos del equipo de Bob Bradley o con los choques en los que participaron Argentina, Brasil, España y Alemania, además de los de México, Uruguay y Chile por cercanía geográfica.
La prueba de cuánto ha arraigado el fútbol en una nación que le corre por las venas el "american football", el béisbol, el baloncesto y el hockey sobre hielo la ofreció la propia FIFA cuando informó que 130.000 estadounidenses volaron a Johannesburgo para ver los partidos del Mundial, la mayor cantidad de espectadores de cualquier país.
Junto a ellos, las cadenas ABC, ESPN y Univisión gastaron en total 425 millones de dólares por los derechos de trasmisión del Mundial en Estados Unidos, más de diez veces lo que se pagó por el Mundial de hace ocho años en Corea/Japón y una cifra superior a la desembolsada por cualquier otro país para la emisión de la cita.
"A los norteamericanos les encanta ganar", dijo Jamil Walker, ex jugador de "soccer" del DC United de Washington. "Ellos piensan que deben ser los mejores en todo".
Quizás eso explique ese afán por un deporte en el que están todavía muy lejos de ser los "mejores": 14,5 millones de espectadores en ABC y Univisión vieron por televisión el partido EEUU-Inglaterra, récord en el país para un choque de la primera ronda de un Mundial.
"El público estadounidense se está volcando al fútbol como nunca antes, las cifras son increíbles", dijo al diario "El Nuevo Herald" Stephen Masters, vicepresidente de deportes de la empresa de ratings Nielsen.
"Tiene mucho que ver con el entusiasmo generado por las aplicaciones móviles y las redes sociales antes de que empezara el Mundial", añadió Masters.
Pero indiscutiblemente también tiene que ver con otros fenómenos promocionales previos al Mundial y con la solicitud estadounidense para organizar la cita universal en 2018 o 2002, cuyo resultado se conocerá a finales de 2010.
Otra prueba del arraigo del fútbol en Estados Unidos lo dio la cadena Fox hace algunas semanas cuando postergó por tres horas la transmisión de un partido de béisbol de las Grandes Ligas norteamericanas para emitir "en vivo y a todo color" la final de la Liga de Campeones de Europa entre el Bayern Munich y el Inter de Milán.
"Tomé vacaciones, compré alimentos y bebida y no me muevo de delante del televisor para observar los encuentros", dijo a dpa Leonard Wall, un bibliotecario del área de Kendall, en Miami, que jugó fútbol americano cuando era joven.
"Deseo que gane Estados Unidos, pero comprendo que todavía estamos lejos de Brasil, Argentina y España principalmente", añadió Wall.
Antes del Mundial también la conocida revista "Vanity Fair" sacó una edición en la cual aparecían en portada el astro portugués Cristiano Ronaldo y Didier Drogba, de Costa de Marfil, y unos días más tarde, "Sports Illustrated" dio otro respaldo al evento con carátula bajo el título "El deporte bonito".
Al unísono, la firma deportiva Nike colocó en Youtube un video promocional del certamen de tres minutos de duración que atrajo 15 millones de visitantes, según Masters.
"Tenemos una herramienta que se llama 'Buzzmetrics', que revisa decenas de millones de blogs y sitios web y que mide de qué están hablando los estadounidenses en el ciberespacio. Y descubrimos más comentarios sobre el Mundial que sobre cualquier otro deporte", precisó Masters.
El ingreso de jugadores foráneos de calidad a la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos y el incremento del nivel cualitativo de los estadounidenses que participan en las fuertes Ligas europeas están contribuyendo a la atmósfera del Mundial.
Y todo es susceptible de mejorar si Estados Unidos vence a Ghana, se mete en cuartos y...
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