La FIFA demandó ayer a exdirigentes de la Conmebol y la Concacaf ante la justicia federal de Nueva York. Dice ser víctima de la actuación de "individuos corruptos”. Pide ser indemnizada con una cifra en millones de dólares. Carlos Chávez y Rómer Osuna están en la lista.
Reclama el dinero desviado en sobornos y exige a los expresidentes de las federaciones incluso devolver sus salarios y otros beneficios.
En su demanda de 22 páginas dada a conocer ayer, la FIFA cifra en "por lo menos 24.224.687 dólares” el dinero cuya restitución exige en concepto de salarios y otros beneficios obtenidos por los acusados por sus cargos dentro de la organización desde 2004. "Al privar a la FIFA de servicios honestos, los acusados obtuvieron dinero de la FIFA de manera injusta en forma de salarios, bonos, beneficios y otras compensaciones”, afirma la denuncia, que precisa que la organización "tiene derecho a la restitución de esos montos”.
La lista incluye uno por uno a casi todos los exdirigentes de la Concacaf y la Conmebol procesados ante la justicia federal de Nueva York y que integraron en algún momento el Comité Ejecutivo de la FIFA.
A Ricardo Teixeira, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, se le exigen más de 3,5 millones de dólares. Para el paraguayo Nicolás Leoz, exmiembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y expresidente de la Conmebol, el monto demandado en este apartado asciende a más de 3,25 millones de dólares.
Para Eugenio Figueredo, exvicepresidente del Comité Ejecutivo de la FIFA, el reclamo es de más de 1,01 millones de dólares.
Las cifras son más pequeñas para el resto: Eduardo Li (Costa Rica), 10.750 dólares; Ariel Alvarado (Panamá), $us 33.173; Manuel Burga (Perú), $us 32.250; Rafael Callejas (Honduras), $us 68.336; Sergio Jadue (Chile), $us 12.587; Brayan Jiménez (Guatemala), $us 2.000; y Rómer Osuna (Bolivia), $us 34.592.
Estos montos se suman al dinero que la FIFA reclama en concepto de sobornos y otras maniobras ilegales, y que en total ya ascendería a más de 290 millones de dólares, teniendo en cuenta más de 190 millones incautados a exdirigentes y empresarios que se declararon culpables y más de 100 millones congelados por delitos de los acusados.
La demanda menciona más general al "daño” provocado por la corrupción y sobornos de los exdirigentes de la Conmebol.
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