El fiscal federal argentino Gerardo Pollicita pidió la imputación de Hugo y Mariano Jinkis y de Alejandro Burzaco, al ver suficientes indicios de que hubo lavado de activos en relación a los movimientos de dinero que se investigan en Estados Unidos, dentro del caso por presuntos sobornos en la FIFA. Pollicita solicitó, además, información sobre las operaciones en las cuentas de los tres empresarios desde 2011.
La justicia estadounidense acusa a los Jinkis, padre e hijo dueños de la empresa Full Play, de " integrar una asociación ilícita destinada a cobrar sobornos” para comercializar mercadotecnia y publicidad de campeonatos de la FIFA. Ambos rechazaron la extradición pero se entregaron a la justicia argentina en junio, con lo que serán los tribunales locales los que decidan si son o no obligados a ir a Estados Unidos.
Desde entonces, gozaron del beneficio de la prisión domiciliaria hasta que a finales de agosto se les concedió la excarcelación bajo la condición de no alejarse más de 60 kilómetros de la sede del juzgado y no ausentarse por más de 24 horas de su domicilio sin dar aviso al tribunal. El también empresario argentino Alejandro Burzaco, máximo responsable de la empresa Torneos, ya declaró en Nueva York y pagó una fianza de 20 millones de dólares para permanecer en prisión domiciliaria en Estados Unidos, con tobillera electrónica. Paralelas a esas investigaciones judiciales, el Fisco argentino había interpuesto una denuncia contra ellos por "evasión tributaria, asociación ilícita fiscal y lavado de dinero”.
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