martes, 27 de mayo de 2014

La selección brasileña fue recibida ayer con pequeñas protestas y decenas de hinchas a su llegada a la ciudad serrana de Teresópolis

La selección brasileña fue recibida ayer con pequeñas protestas y decenas de hinchas a su llegada a la ciudad serrana de Teresópolis, a 100 kilómetros de Río de Janeiro, donde comenzó su concentración para el Mundial.

La única ausencia en la lista de 23 convocados por el seleccionador nacional, Luiz Felipe Scolari, fue la del lateral izquierdo Marcelo, quien tiene permiso para incorporarse hasta hoy al grupo, por los festejos de la victoria del Real Madrid en la Liga de los Campeones.

Los jugadores se reunieron en el aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim ‘Galeão’, de Río de Janeiro, donde un grupo de profesores colocó pegatinas en el autobús en demanda de más inversiones en la educación, lo que retrasó la salida del autobús de la selección cerca de media hora.

Desde Río la selección viajó por carretera hasta el centro de entrenamientos de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), la Granja Comary, situada en Teresópolis, municipio enclavado en la Sierra dos Órgãos.

A su llegada a Teresópolis, decenas de aficionados, vestidos con camisetas de Brasil, pelucas verdes y amarillas y portando banderas, recibieron con vítores a la selección.

Los manifestantes recibieron a la selección con gritos en demanda de más servicios sociales y avisando que habrá protestas durante el Mundial, que se celebra entre el 12 de junio y el 13 de julio.

En sus dos primeros días, los jugadores brasileños serán sometidos a exámenes médicos y también tienen previsto atender a la prensa.

Hasta el debut en el Mundial, el próximo 12 de junio contra Croacia en Sao Paulo, Brasil tiene planificado realizar quince entrenamientos en la Granja Comary, centro de entrenamientos de la CBF desde 1987, que ha sido totalmente remodelado para el Mundial.

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