Brasil, célebre por su pasión y destreza futbolística, sueña con dar al mundo una imagen de país vibrante y dinámico en exactamente un año, cuando comience el Mundial 2014. Pero un fuerte déficit de infraestructura, sobre todo en transporte aéreo, amenaza sus planes.
Las expectativas son altas: será la primera vez que Brasil organiza una Copa del Mundo en 64 años, tras la que perdió traumáticamente contra Uruguay en 1950 en Río de Janeiro.
Para muchos hinchas, la elección de Brasil, “el país del fútbol”, como anfitrión del Mundial 2014 y de la Copa de Confederaciones que comenzará este sábado garantiza una fiesta. Pero el país llega a la Confederaciones, una suerte de test a menor escala de la Copa del Mundo y que enfrenta a ocho selecciones (Brasil, España, Italia, Japón, México, Nigeria, Tahití y Uruguay), con apenas la infraestructura básica para celebrar el torneo.
Huelgas y problemas de diverso orden han plagado las obras: cuatro de los seis estadios donde se jugarán los partidos fueron entregados con retraso a la FIFA, y en el flamante estadio de Salvador una parte del techo se rompió el mes pasado tras fuertes lluvias a raíz de un “error humano”. Brasil fascina por su gigantesco tamaño y sus bellezas naturales.
Pero los viajes internos en este enorme país 17 veces mayor que España, con embotellamientos que superan a veces los 200 km en sus megaciudades, carreteras en mal estado, aeropuertos congestionados y sin trenes de pasajeros son un enorme reto para la organización del Mundial 2014.
Uno de los asuntos que más preocupa al Gobierno es el transporte aéreo, que ha crecido más de 120% dentro del país en la última década, cuando 40 millones de brasileños ingresaron en la clase media, superando de lejos el ritmo de crecimiento de la capacidad aeroportuaria.
A los aeropuertos ya saturados se sumarán durante el Mundial unos tres millones de turistas brasileños y unos 500.000 extranjeros que viajarán entre las 12 ciudades sede de la Copa. El gobierno ha avanzado en la privatización de algunos aeropuertos y la modernización y ampliación de otros, aunque a ritmo lento.
Históricamente, Brasil ha invertido poco en infraestructura, y para el Mundial “si no tenemos una buena planificación, regulación e incentivos a la inversión, va a ser un desastre”, estimó Gesner de Oliveira, experto en infraestructura de la Fundación Getulio Vargas.
Brasil gasta cerca de 2% de su PIB en infraestructura, cuando China gasta más de 7% y Chile más de 5%. No obstante, el país aún “puede aprovechar la oportunidad para dar un salto” y organizar “un Mundial razonable en términos de infraestructura, que pueda atender la demanda del evento”.
Tampoco basta con ampliar la capacidad de los aeropuertos “si no pueden operar satisfactoriamente, si hay colas, atrasos en la llegada o el envío de equipaje, o baños que no colman la expectativa de pasajeros”, admitió el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, enumerando algunos de los problemas.
Otro gran desafío es la seguridad: Brasil, con 194 millones de habitantes, registra cada año más de 40.000 homicidios, con una tasa promedio de 27 cada 100.000 habitantes, según el estudio privado Mapa de la Violencia, sobre la base de cifras del Gobierno.
Las 12 ciudades de la Copa Mundial de la FIFA tienen niveles de violencia considerados “epidémicos”. Y en Río de Janeiro, aunque más segura en los últimos años tras la reconquista policial de decenas de favelas controladas por el narcotráfico, la brutal violación colectiva de una joven estadounidense en un minibús o los disparos contra un turista alemán en la favela Rocinha han encendido la alarma.
Los datos
Las fechas
La vigésima Copa del Mundo se llevará a cabo del 12 de junio al 13 de julio de 2014 en 12 ciudades brasileñas.
Clasificadas
Por el momento sólo son dos las selecciones clasificadas: Brasil, por ser anfitriona y Japón, primer equipo que ganó el boleto durante las eliminatorias.
Participantes
El torneo clasificatorio reunió desde un comienzo a 202 selecciones, de las cuales 31 se unirán a Brasil para la fase final del torneo. Gobierno invierte $us 15.000 millones
Mientras la FIFA prevé ingresos por 4.000 millones de dólares por el Mundial 2014, el 60% por derechos de transmisión televisiva, el Gobierno brasileño gastará unos 15.000 millones en inversiones públicas para la Copa. Según un estudio de la consultora Ernst&Young y la FGV, estas inversiones representarán una inyección en la economía brasileña de 70.000 millones de dólares.
“El mayor desafío que Brasil tiene no es la construcción de estadios, de metros, de aeropuertos, de telecomunicaciones, sino cómo aprovechar mejor esta gran inversión”, opinó para la AFP Pedro Trengrouse, asesor de la ONU para el Mundial 2014.
Los seis estadios concluidos
Maracaná, de Río de Janeiro
Las profundas reformas del mítico estadio Maracaná, donde se jugará la final de la Copa de Confederaciones y del Mundial, debían estar listas el 31 de diciembre. Pero tras numerosos atrasos, el estadio fue entregado casi completo el 3 de junio.
Capacidad: 78.639 plazas
Costo: $us 525 millones
Mané Garrincha, de Brasilia
La construcción del estadio Mané Garrincha de Brasilia, la capital brasileña, que recibirá el partido inaugural de la Copa de Confederaciones entre Japón y Brasil, el 15 de junio, también se atrasó y recién fue inaugurado el 18 de mayo.
Capacidad: 71.000 plazas
Costo: $us 476 millones
Mineirao, de Belo Horizonte
El estadio Mineirao, renovado para la Copa Confederaciones y el Mundial del próximo año, fue inaugurado el 21 de diciembre. Ya acogió un amistoso de la selección, contra Chile (2-2), el 24 de abril.
Capacidad: 62.160 plazas
Costo: $us 312 millones
Castelao, de Fortaleza
El estadio Castelao, también renovado para la Copa Confederaciones y el Mundial, fue el primero de todos en ser finalizado, y fue inaugurado por la presidenta Dilma Rousseff el 17 de diciembre.
Capacidad: 63.903 plazas
Costo: $us 243 millones
Arena Pernambuco, de Recife
El flamante Arena Pernambuco, un estadio construido para las dos competiciones futbolísticas que se avecinan, fue entregado atrasado. Su inauguración se produjo el 20 de mayo.
Capacidad: 46.000 plazas
Costo: $us 248,3 millones
Arena Fonte Nova, de Salvador
Itaipava Arena Fonte Nova fue víctima de un serio accidente el 27 de mayo, con la ruptura de una parte de la membrana en plástico que cubre el techo después de lluvias torrenciales. Fue inaugurado el 5 de abril.
Capacidad: 55.000 plazas
Costo: $us 277 millones
Los seis estadios que falta terminar
Arena Pantanal, de Cuiaba
El denominada Arena Pantanal, en la capital de Mato Grosso do Sul, estará terminado en octubre próximo, según las previsiones del Gobierno.
Capacidad: 44.000 espectadores
Costo: 519,4 millones de reales
Arena da Baixada, de Curitiba
Las obras de la Arena da Baixada están finalizadas en un 68,3%, según las últimas cifras del Gobierno difundidas en junio.
Capacidad: 41.000 espectadores
Costo: 234 millones de reales
Arena da Amazonia, de Manaus
Arena da Amazonia tenía un 58% de obras concluidas en abril, de acuerdo con los últimos datos difundidos. Un total de 1.700 obreros trabajan en dos turnos para poder concluir las obras justo a tiempo, en diciembre.
Capacidad: 44.000 espectadores
Costo: 515 millones de reales
Arena das Dunas, de Natal
El estadio Arena das Dunas tenía un 66% de las obras concluidas cuando se conoció el último informe, en abril, según los datos del consorcio constructor del estadio.
Capacidad: 42.000 espectadores
Costo: 350 millones de reales
Beira-Rio, de Porto Alegre
Las reformas del estadio Beira-Rio lograron superar una serie de dificultades previas y tenían en mayo cerca de 70% de avance. Su entrega también se prevé para diciembre.
Capacidad: 60.800 espectadores
Costo: 330 millones de reales
Arena Corinthians, de Sao Paulo
El Arena Corinthians, con 75% de las obras terminadas a fines de abril, luego de 23 meses de trabajos hasta en tres turnos, está previsto para ser finalizado en diciembre de 2013, según la FIFA.
Capacidad: 65.000 espectadores
Costo: 820 millones de reales
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