La pasión por el fútbol no conoce límites y el mismísimo Vaticano se rindió ante el “deporte rey”, formando una selección propia, que se enfrentó ayer en Roma en un partido amistoso a un combinado de agentes de la policía financiera italiana, la Guardia de Finanzas.
Una iniciativa que, aunque sólo duró un día, contó con la presencia en las gradas de varios sacerdotes aficionados al fútbol y con la “bendición” del cardenal Tarciso Bertone, secretario de Estado del Vaticano, quien envió una carta a los jugadores de ambos equipos, que fue leída antes de empezar el partido.
Una veintena de seminaristas de varios países del mundo cambiaron por un día los libros de teología por el pantalón corto y las botas de fútbol para medirse de tú a tú al combinado de agentes de la policía.
El entrenador Walter Novellino dirigió a los religiosos, mientras que Gianni de Biasi, a los agentes financieros, que acabaron ganando por 1-0.
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