El seleccionador Dunga pronosticó hoy que Brasil y Holanda protagonizarán mañana en Puerto Elizabeth "un partido bonito", pero advirtió que el viento y el balón 'jabulani' pueden incidir, y hasta ir contra la calidad del espectáculo.
"El viento afectará a los dos equipos. Sin viento, habría un partido de mayor calidad", dijo el seleccionador brasileño al ser consultado por las característica permanente y notoria que ha hecho conocido al puerto sudafricano fundado hace 190 años como "la ciudad de los vientos".
Añadió que las fuertes ráfagas heladas que se extienden por los 40 kilómetros de playa y llegan incluso a las márgenes del lago 'North End', donde ha sido construido el estadio Nelson Mandela Bay, "deben dificultar la trayectoria del balón".
"He advertido a los jugadores para que tengan cuidado pues el balón tiene una trayectoria irregular que puede causar problemas si no estamos atentos", precisó el entrenador durante una conferencia de prensa previa al partido de cuartos de final del Mundial que este viernes jugarán Holanda y Brasil.
Carlos Caetano Bledorn Verri, 'Dunga', afirmó que no gusta del balón oficial y con humor explicó: "no me trata bien. Así la relación queda peor".
Sobre el choque con Holanda, que pondrá al ganador en la fase semifinal del Mundial sudafricano, Dunga dijo esperar un partido abierto. "Nadie puede quedar cuidándose, jugar cerrado, hay que jugar y vencer. Será un partido bonito para ver", apostilló.
Pese a rasgar múltiples elogios a los pupilos de Bert Van Marwijk garantizó que no pretende preparar algo diferente para contrarrestar a adversario, y agregó que el triunfo dependerá de lo que hagan sus jugadores en la cancha.
"Depende de todo el mundo. Si tenemos un equipo fuerte, las individualidades van apareciendo. No podemos inventar una táctica para cada partido. Tenemos una forma de jugar, respetamos al adversario, lo analizaremos e intentaremos bloquearlos donde creemos que pueden tener condiciones de superarnos", manifestó.
"Cuando ambos equipos tratan de jugar bien al fútbol, queda todo bien para el espectáculo", enfatizó el jugador, que dijo haber sentido orgullo por haber participado en los dos partidos de cuartos de final de los mundiales de Francia'98 y Estados Unidos'94 que puso a Brasil en semifinales a expensas de Holanda.
"Son siempre partidos bonitos, el de 1994 porque nos sirvió para conquistar el título y el de 1998, aunque no lo alcanzamos, fue importante. Contra Holanda hubo siempre adrenalina hasta el final", puntualizó.
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