lunes, 12 de julio de 2010

Mandela, ovacionado en el Soccer City


El Soccer City se vino abajo el domingo por la noche (horario de Sudáfrica) cuando Nelson Mandela, un símbolo de todo el planeta, apareció como el corolario de la Ceremonia de Clausura, tan sólo un rato antes del saque inicial de la final de la Copa Mundial de la FIFA 2010, que enfrentó a dos potencias europeas, España y Holanda.

Los espectadores se pusieron de pie para ovacionar a Madiba, y las vuvuzelas rugieron en su honor. Fue un momento épico para un Soccer City completamente lleno. Era de justicia recibir así, en el choque decisivo del mayor acontecimiento deportivo del mundo, celebrado en su propio país, a un hombre que ha trabajado incansablemente no sólo por la emancipación de su pueblo, sino también por la paz mundial y por mejorar la vida de los africanos.

Madiba fue una de las personas que se volcaron en la campaña para conceder a Sudáfrica el derecho a organizar la fase final de 2010. Son casi legendarias aquellas imágenes de Mandela en 2004 sujetando el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA en Zúrich, minutos después de que se aprobara la candidatura del país. En aquellos momentos, Madiba dijo a los delegados y a los integrantes del Comité Ejecutivo de la FIFA que albergar el certamen sería “la culminación de un sueño” para él y para los niños africanos; una afirmación cuanto menos llamativa, viniendo de un hombre que tanto había sacrificado por su país a lo largo de su vida.

Tras pasar 27 años encarcelado, la mayor parte de ellos en la isla de Robben, la prisión de triste fama situada en el sur del Atlántico, Mandela se convirtió en un símbolo de esperanza e inspiración en su tierra natal. Son harto conocidos el trabajo de Madiba en el empeño de Sudáfrica por conseguir la Copa Mundial de la FIFA y su amor por esta competición. “En la isla de Robben sólo podíamos seguir el Mundial por la radio. El fútbol era la única alegría de los prisioneros. A través del fútbol, podemos celebrar la humanidad del continente africano y compartirla con el resto del mundo”, señaló.

Mandela, una de las figuras más emblemáticas y queridas del mundo, acompañó al elenco de astros internacionales, presidentes, estrellas del deporte, actores y otros famosos que se congregó en el estadio Soccer City de Johannesburgo con motivo de la gran final. Entre los invitados figuraban el arzobispo Desmond Tutu, el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, el ex jugador mundial de la FIFA George Weah, Roger Milla, Lucas Radebe, Rafael Nadal, Marcel Desailly y Naomi Campbell.

Clausuró el torneo

Nelson Mandela fue, junto a la música y las tradiciones de Sudáfrica, el protagonista absoluto de la ceremonia de clausura del primer Mundial africano de la historia. Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, finalmente acudió al Soccer City para dar por finalizado oficialmente la Copa del Mundo de 2010, aunque los asistentes sólo pudieron disfrutar de su presencia unos minutos debido al delicado estado de salud del icono sudafricano.

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