lunes, 5 de julio de 2010

Los brasileños, recibidos con insultos en Río y en Sao Paulo


El equipo brasileño llegó a Río de Janeiro en la madrugada de ayer, procedentes de Sudáfrica, dos días después de la eliminación en la Copa.

El avión aterrizó en el aeropuerto Antonio Carlos Jobim una hora antes de lo esperado, a la 01:40.

El golero Julio César, los defensores de Juan y Thiago Silva, Felipe Melo y volantes Kléberson, el lateral izquierdo Gilberto y el entrenador asistente Jorginho, fueron los primeros en salir.

Hubo conmoción en la llegada de la sala de jugadores. Estaban rodeados de un centenar de personas - entre los aficionados y periodistas.

Un emocionado Julio César fue el último en abandonar la zona de aterrizaje y agradeció el cariño de la multitud. Abrazado a su madre, el portero estuvo llorando en el coche después de salir del aeropuerto.

“En tres años y medio, creo que este grupo se las arregló para rescatar el sentimiento de los aficionados a disfrutar de la selección. Conozco la sensación de hoy, es muy triste”, afirmó el golero del Inter de Milán.

Juan Felipe Melo, Thiago Silva aparecieron juntos. Como era de esperar, Felipe Melo fue directo al vehículo, sin conceder entrevistas, mientras que fue abucheado por los aficionados.

Juan, que comenzó su carrera en el Flamengo, fue aplaudido por los fans. Thiago Silva, un ex jugador de Fluminense, agradeció el apoyo de los que recibieron con aplausos a la Selección. “ No me esperaba este apoyo de los aficionados. Una vez que el juego terminó, tuvimos muchas críticas. Pero ser recibido de esta manera es muy gratificante”, dijo el defensa del AC Milan.

El analista de sistemas Filipe Luis de Barros, de 21 años, estuvo acompañado de sus primos que esperaron desde la noche anterior la llegada del equipo. “Vinimos a la llegada desde 1998, en el año 2002 estábamos en la caravana de penta y se esperaba que haga lo mismo ahora. Lamentablemente no pasó eso”, dijo Luis.

Después de escapar de la confusión al desembarcar en Río, el asistente del entrenador de Brasil, Jorginho, dijo al canal Sportv, “que no se arrepiente de las decisiones adoptadas”. Él habló en nombre del cuerpo técnico.

El nuevo ciclo de la Selección comenzará en agosto con el primer amistoso. Aquí el ayudante de Dunga ha garantizado que el próximo entrenador recibirá un gran legado.

Dunga dijo ayer al llegar a Porto Alegre que descansará dos semanas y después hablará con Ricardo Texeira, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), cuando este retorne de África. “Pero me gustaría seguir, pero eso ya no depende de mí”.

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