domingo, 4 de julio de 2010

Brasil, ante el reto de pasar página con la mente en 2014

Tras su amarga eliminación contra Holanda (2-1) en cuartos de final en el Mundial sudafricano, Brasil debe pasar página y solucionar sus problemas de estilo, jugadores y entrenador antes de organizar su Mundial el 2014. "Se terminó un ciclo de trabajo, pero no de la manera que pensábamos”, admitió el centrocampista Gilberto Silva.

Es posible que los aficionados no extrañen al técnico Dunga, que no renovará su contrato, a pesar de sus triunfos en la Copa América (2007) y en la Copa de las Confederaciones, hace un año en Sudáfrica.

En un país partidario del 'jogo bonito', el estilo defensivo del entrenador nunca fue realmente aceptado y el debate abierto sobre el sistema de juego en Sudáfrica debería favorecer la llegada de otro estilo de técnico.

Varios nombres circulan ya para tomar el mando de la 'canarinha'. El favorito, por ahora, es Mano Menezes, tanto por motivos personales como ‘políticos’.

Persona de consenso, al contrario que Dunga, también es entrenador de Corinthians, el club presidido Andres Sanches, hombre de confianza del presidente de la Confederación Brasileña (CBF) Ricardo Teixeira, que podría dejarle el cargo el 2014.

Pero también se barajan otras posibilidades. La prensa italiana apuesta por Leonardo, pero no convenció como entrenador del Milan (2009-2010).

Tras ganar la Copa del Mundo el 2002, Luiz Felipe Scolari sigue gozando de buena reputación, pero el popular ‘Felipao’ acaba de comprometerse tácitamente con Palmeiras y no tiene un apoyo unánime en la CBF. Por último, queda el caso Jorginho, el actual adjunto de Dunga, pero la sombra de su jefe en Sudáfrica podría perjudicarle.

Tras la elección del nuevo técnico, la selección tendrá que solucionar el problema de los jugadores. Dentro de cuatro años, los brasileños organizarán su segundo Mundial, desde 1950.

Kaká toca fondo con el fracaso mundialista

Tras su conquista del Balón de Oro 2007 y su mirada del planeta fútbol desde el Olimpo, el brasileño Kaká sufrió un periodo de altibajos que tocó fondo el viernes, con la eliminación de Brasil en cuartos del Mundial 2010, después de una gestión mala en el Real Madrid.

“Estoy listo para ser el líder”, avisó Kaká al llegar a Sudáfrica en medio de dudas por su estado físico mediocre tras arrastrar una temporada en la que estuvo prácticamente tres meses fuera de competición por una serie de lesiones, principalmente una pubalgia, gran maldición para los futbolistas.

En Port Elizabeth, tras la victoria de Holanda 2-1, Kaká firmó una pobre tarjeta en su adiós, sin goles, con una tarjeta roja y la constatación que no pudo hacerse líder. Tocó fondo, flotando en un equipo en el que le faltó socios para dialogar, cuya sintonía con Luis Fabiano y Robinho no explotó.

La otra cara del Mundial

Hincha ‘uruguayo’
El presidente brasileño Lula da Silva dijo, tras la eliminación de su selección, que iba a apoyar a los otros sudamericanos en carrera. Es decir... a Uruguay, el único que queda.

Cuatro muertos
Cuatro personas murieron el viernes en Haití y varias resultaron heridas por disturbios y peleas unas horas después de la eliminación de Brasil en cuartos de final del Mundial.

24 partidos lleva Holanda sin perder y ha ganado los nueve últimos, incluido el resultado por 2-1, del viernes, contra Brasil en cuartos de final de Sudáfrica.

Felipe Melo, villano
El volante Felipe Melo —que desvió el balón para el gol holandés y luego se hizo expulsar— se convirtió en el principal ‘culpable’ de una nueva eliminación de Brasil.

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