Visita Convivir Sembrar Paz
Dos atentados simultáneos mataron la noche del domingo a 64 personas y dejaron numerosos heridos entre multitudes que veían la final del Mundial de Sudáfrica en la capital de Uganda, dijeron las autoridades.
El ataque más grave ocurrió en un club de rugby mientras la gente veía el partido entre España y Holanda en una pantalla gigante colocada al aire libre. La segunda detonación fue en un restaurante etíope.
El jefe policial Kale Kaihura sugirió que la milicia más temida de Somalia, al-Shabab, podría estar detrás de los ataques. Se sabe que Al-Shabab tiene vínculos con al-Qaida y entre sus filas cuenta con veteranos de los conflictos de Irak, Afganistán y Pakistán.
En el club de rugby se encontraron una cabeza y unas piernas, lo que puede ser un indicio de que el autor podría haber sido un atacante suicida, dijo un reportero de la AP en el lugar.
Al menos tres estadounidenses de un grupo religioso de Pensilvania resultaron heridos en el restaurante y Joann Lockard, portavoz de la embajada de Estados Unidos en Kampala, dijo que un connacional murió.
"Antes de desmayarme escuché a la gente gritar y correr", afirmó en un hospital el estadounidense Kris Sledge, de 18 años, oriundo de Selinsgrove, Pensilvania. Sledge tenía una pierna vendada y quemaduras en la cara.
"Amo este lugar pero me pregunto por qué sucedió esto y quién fue el responsable... En este momento nos sentimos contentos de estar vivos", agregó.
En Washington, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton condenó severamente las explosiones y aseguró que su país colaborará con el gobierno ugandés "para llevar a la Justicia a los autores de este crimen".
Más temprano, el portavoz de la Casa Blanca Tommy Vietor dijo que el presidente Barack Obama "está profundamente triste por la pérdida de vidas a causa de estos atentados deplorables y cobardes.
El mandatario envía sus condolencias al pueblo de Uganda y a los seres queridos de aquéllos que perecieron o resultaron heridos".
En los lugares donde estallaron las dos bombas, había sillas desparramadas, sangre salpicada y fragmentos de carne humana esparcidos en el piso.
El jefe policial Kale Kaihura había dicho en un principio que al menos 30 personas murieron en las explosiones. Después, un oficial policial de alto rango que pidió no ser identificado dijo en el lugar de los hechos que 64 personas perecieron, 49 en el club y 15 en el restaurante.
Kaihura expresó sus sospechas de que el grupo armado al-Shabab, la organización armada más radical de Somalia, fuera responsable de los atentados. La organización ha realizado numerosos atentados suicidas en ese país e incluso reclutó a dos de sus milicianos en comunidades somalíes de Estados Unidos.
Si las sospechas de Kaihura resultan verdaderas, los atentados se constituirán en los primeros del grupo armado fuera de Somalia.
Somalia, en la región del Cuerno de Africa, está cerca de Uganda, pero los países no son limítrofes.
Los atentados simultáneos también tienen el sello de los perpetrados por al-Qaida.
En Mogadiscio, Somalia, uno de los comandantes de al-Shabab, el jeque Yusuf Sheik Issa, dijo a The Associated Press a primeras horas del lunes que estaba satisfecho por los atentados en Uganda, aunque se abstuvo de confirmar si las explosiones fueron obra del grupo.
"Uganda es uno de nuestros enemigos. Lo que los haga llorar, nos hace felices. Que la ira de Alá caiga sobre aquéllos que están contra nosotros", manifestó Issa.
Dos atentados simultáneos mataron la noche del domingo a 64 personas y dejaron numerosos heridos entre multitudes que veían la final del Mundial de Sudáfrica en la capital de Uganda, dijeron las autoridades.
El ataque más grave ocurrió en un club de rugby mientras la gente veía el partido entre España y Holanda en una pantalla gigante colocada al aire libre. La segunda detonación fue en un restaurante etíope.
El jefe policial Kale Kaihura sugirió que la milicia más temida de Somalia, al-Shabab, podría estar detrás de los ataques. Se sabe que Al-Shabab tiene vínculos con al-Qaida y entre sus filas cuenta con veteranos de los conflictos de Irak, Afganistán y Pakistán.
En el club de rugby se encontraron una cabeza y unas piernas, lo que puede ser un indicio de que el autor podría haber sido un atacante suicida, dijo un reportero de la AP en el lugar.
Al menos tres estadounidenses de un grupo religioso de Pensilvania resultaron heridos en el restaurante y Joann Lockard, portavoz de la embajada de Estados Unidos en Kampala, dijo que un connacional murió.
"Antes de desmayarme escuché a la gente gritar y correr", afirmó en un hospital el estadounidense Kris Sledge, de 18 años, oriundo de Selinsgrove, Pensilvania. Sledge tenía una pierna vendada y quemaduras en la cara.
"Amo este lugar pero me pregunto por qué sucedió esto y quién fue el responsable... En este momento nos sentimos contentos de estar vivos", agregó.
En Washington, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton condenó severamente las explosiones y aseguró que su país colaborará con el gobierno ugandés "para llevar a la Justicia a los autores de este crimen".
Más temprano, el portavoz de la Casa Blanca Tommy Vietor dijo que el presidente Barack Obama "está profundamente triste por la pérdida de vidas a causa de estos atentados deplorables y cobardes.
El mandatario envía sus condolencias al pueblo de Uganda y a los seres queridos de aquéllos que perecieron o resultaron heridos".
En los lugares donde estallaron las dos bombas, había sillas desparramadas, sangre salpicada y fragmentos de carne humana esparcidos en el piso.
El jefe policial Kale Kaihura había dicho en un principio que al menos 30 personas murieron en las explosiones. Después, un oficial policial de alto rango que pidió no ser identificado dijo en el lugar de los hechos que 64 personas perecieron, 49 en el club y 15 en el restaurante.
Kaihura expresó sus sospechas de que el grupo armado al-Shabab, la organización armada más radical de Somalia, fuera responsable de los atentados. La organización ha realizado numerosos atentados suicidas en ese país e incluso reclutó a dos de sus milicianos en comunidades somalíes de Estados Unidos.
Si las sospechas de Kaihura resultan verdaderas, los atentados se constituirán en los primeros del grupo armado fuera de Somalia.
Somalia, en la región del Cuerno de Africa, está cerca de Uganda, pero los países no son limítrofes.
Los atentados simultáneos también tienen el sello de los perpetrados por al-Qaida.
En Mogadiscio, Somalia, uno de los comandantes de al-Shabab, el jeque Yusuf Sheik Issa, dijo a The Associated Press a primeras horas del lunes que estaba satisfecho por los atentados en Uganda, aunque se abstuvo de confirmar si las explosiones fueron obra del grupo.
"Uganda es uno de nuestros enemigos. Lo que los haga llorar, nos hace felices. Que la ira de Alá caiga sobre aquéllos que están contra nosotros", manifestó Issa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario