El fútbol latinoamericano ha sentado sus reales en el primer Mundial africano y marca la pauta en la primera semana del torneo frente a una Europa que pierde prestigio y una África que se ahoga en casa.
Si la primera fase del Mundial concluyera con las actuales posiciones, seis de los siete equipos latinoamericanos presentes en el Mundial estarían clasificados para la ronda del nocaut, y cinco de esa media docena (Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil y Chile) lo harían como primeros de grupo.
Por el contrario, Europa, que trajo a trece equipos al Mundial y ostenta la más amplia representación, clasificó a Holanda a octavos de final y tiene a otros cuatro equipos (Eslovenia, Alemania, Italia y Suiza) en posiciones que dan acceso a los octavos de final.
Al fútbol africano le va todavía peor en su Mundial. Sólo dos de sus seis representantes (Ghana y Costa de Marfil) estarían clasificados para la fase de eliminación directa, y los dos como segundos. Otros tres (Sudáfrica, Nigeria y Argelia) están al fondo de la tabla en sus respectivos grupos, mientras que Camerún le dijo adiós a la competencia.
Las derrotas consecutivas de España (1-0 frente a Suiza), Francia (2-0 contra México) y Alemania (1-0 ante Serbia), unidas al empate a cero de Inglaterra en el partido de anoche contra Argelia, han hecho cundir la alarma en el Viejo Continente. Sólo Holanda, al frente del grupo E, no tiene preocupaciones.
Y frente al maltrecho deambular de algunos grandes de Europa, la posición boyante de Latinoamérica. Argentina, Uruguay, México, Paraguay, Chile e incluso Brasil, aunque la pentacampeona sufriera un leve contratiempo en su partido frente a la enigmática Corea del Norte, han ofrecido fútbol y carácter sobre el campo.
La tabla de goleadores tiene al frente a dos sudamericanos: el argentino Gonzalo Higuaín, con su triplete ante Corea del Sur, y el uruguayo Diego Forlán, con su doblete a Sudáfrica.
Pero no sólo la clasificación provisional y la tabla de goleadores. También las estadísticas ponderan el rendimiento de los jugadores latinoamericanos. El índice Castrol, que monitoriza la actuación de cada jugador en el Mundial mediante avanzadas tecnologías, está encabezado por otro argentino, Gabriel Heinze, con una nota de 9,51, seguido de un chileno, Waldo Ponce, con una calificación de 9,33.
Se trata apenas de la primera semana y, como asegura el dicho, recogido por la página oficial de FIFA para animar a los fracasados provisionales, “esto no es como empieza”.
Por el momento, Argentina, que pasó muchos apuros para clasificarse, es el único equipo que ha contado por victorias sus dos partidos y, pese a no tener todavía matemáticamente asegurada su plaza en octavos, los hombres de Maradona pueden presumir de haber dado los dos primeros golpes.
En el lado opuesto están los africanos, que entre seis han obtenido una sola victoria.
Si la primera fase del Mundial concluyera con las actuales posiciones, seis de los siete equipos latinoamericanos presentes en el Mundial estarían clasificados para la ronda del nocaut, y cinco de esa media docena (Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil y Chile) lo harían como primeros de grupo.
Por el contrario, Europa, que trajo a trece equipos al Mundial y ostenta la más amplia representación, clasificó a Holanda a octavos de final y tiene a otros cuatro equipos (Eslovenia, Alemania, Italia y Suiza) en posiciones que dan acceso a los octavos de final.
Al fútbol africano le va todavía peor en su Mundial. Sólo dos de sus seis representantes (Ghana y Costa de Marfil) estarían clasificados para la fase de eliminación directa, y los dos como segundos. Otros tres (Sudáfrica, Nigeria y Argelia) están al fondo de la tabla en sus respectivos grupos, mientras que Camerún le dijo adiós a la competencia.
Las derrotas consecutivas de España (1-0 frente a Suiza), Francia (2-0 contra México) y Alemania (1-0 ante Serbia), unidas al empate a cero de Inglaterra en el partido de anoche contra Argelia, han hecho cundir la alarma en el Viejo Continente. Sólo Holanda, al frente del grupo E, no tiene preocupaciones.
Y frente al maltrecho deambular de algunos grandes de Europa, la posición boyante de Latinoamérica. Argentina, Uruguay, México, Paraguay, Chile e incluso Brasil, aunque la pentacampeona sufriera un leve contratiempo en su partido frente a la enigmática Corea del Norte, han ofrecido fútbol y carácter sobre el campo.
La tabla de goleadores tiene al frente a dos sudamericanos: el argentino Gonzalo Higuaín, con su triplete ante Corea del Sur, y el uruguayo Diego Forlán, con su doblete a Sudáfrica.
Pero no sólo la clasificación provisional y la tabla de goleadores. También las estadísticas ponderan el rendimiento de los jugadores latinoamericanos. El índice Castrol, que monitoriza la actuación de cada jugador en el Mundial mediante avanzadas tecnologías, está encabezado por otro argentino, Gabriel Heinze, con una nota de 9,51, seguido de un chileno, Waldo Ponce, con una calificación de 9,33.
Se trata apenas de la primera semana y, como asegura el dicho, recogido por la página oficial de FIFA para animar a los fracasados provisionales, “esto no es como empieza”.
Por el momento, Argentina, que pasó muchos apuros para clasificarse, es el único equipo que ha contado por victorias sus dos partidos y, pese a no tener todavía matemáticamente asegurada su plaza en octavos, los hombres de Maradona pueden presumir de haber dado los dos primeros golpes.
En el lado opuesto están los africanos, que entre seis han obtenido una sola victoria.
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