La selección italiana, actual campeona del mundo, llegó ayer a Sudáfrica para defender el título conseguido en el Mundial Alemania 2006.
El equipo dirigido por Marcello Lippi fue recibido por un pequeño comité de bienvenida en la terminal, en medio de un gran despliegue de seguridad.
La selección italiana se dirigió después a la sede de su concentración en Centurión, a 30 kilómetros de distancia y cerca de la capital sudafricana, Pretoria. Lippi dispuso dirigió ayer el primer entrenamiento. La "squadra azzurra" se mostró confiada de cara a la Copa del Mundo al dejar Italia. "Sabemos lo que queremos", dijo el arquero Gianluigi Buffon.
El guardameta del Juventus consideró una ventaja que la mayoría de expertos no cuenten a los "azzurri" en el grupo de los favoritos. Si nadie les da opciones, señaló Buffon, "no tenemos nada que perder".
Los italianos tienen dos mediocampistas clave lesionados, los suplentes jugaron mejor que los titulares en dos recientes amistosos en los que el desempeño del equipo fue muy flojo y el técnico Marcello Lippi no parece decidirse por una alineación. Además, los defensores Fabio Cannavaro, de 36 años, y Gianluca Zambrotta, de 33, sienten los efectos de las dos semanas que pasó el equipo entrenándose a más de 2.000 metros (6.600 pies) de altura en los Alpes.
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