El espíritu del delantero Salvador Cabañas, al que un balazo en la cabeza en el pasado mes de enero le retiró del Mundial, ilumina el paisaje de la selección de Paraguay, metida de lleno en la cuenta atrás para el arranque de Sudáfrica 2010.
Una nefasta madrugada en un mal día del tramo final del primer mes del año terminó con las ilusiones del buque insignia del actual equipo guaraní, máximo goleador en el trayecto clasificatorio hacia el torneo.
Su vida osciló en el alambre por culpa de un tiro que buscaba su muerte en un bar de México, país donde estaba instalado desde hacía siete años y donde había logrado su explosión como futbolista. Primero en el Jaguares de Chiapas. Después en el América, donde cumplía su cuarto ejercicio y desde donde partía para auxiliar a su selección en la pelea mundialista.
“En cuanto pasó el suceso pensamos sobre todo en la persona. Menos en el jugador“, subrayó Paulo Da Silva, el zaguero del combinado guaraní, donde gracias a su experiencia se ha asentado como uno de los pilares del conjunto del técnico argentino Gerardo Martino.
El espíritu de Cabañas ilumina la estancia paraguaya en Pietermarizburg, el lugar de concentración del equipo rojiblanco. Ha elegido una fortaleza el combinado sudamericano. Reforzado por numerosa presencia policial, instalado en un lugar lleno de colinas. Al margen del ruido, del clamor popular y sólo alentado por el calor de los lugareños, poco dados a visitas sonoras. Sobre todo a estas alturas del año. En invierno.
Paraguay ha elegido el sosiego del paisaje de esta localidad cercana a Durban, una región costera, turística. En horas bajas ahora, cuando en medio mundo es verano.
El estado de Cabañas anima a Paraguay. Sobre todo ahora, que el atacante, con la vida salvada, cumple etapas de su recuperación.
“El hecho de que esté con vida y pueda vernos es un plus para jugar por un compañero porque a lo largo de la fase de clasificación fue uno de los más importantes. En parte jugamos por él y en parte por los que se quedaron fuera de la convocatoria“, destacó Da Silva.
Paraguay está al tanto de la evolución de Cabañas. Ya ha pasado tiempo desde que permaneció inconsciente. Cuando ni siquiera pudo conocer los cuantiosos homenajes que suspiraban por su recuperación.
Una nefasta madrugada en un mal día del tramo final del primer mes del año terminó con las ilusiones del buque insignia del actual equipo guaraní, máximo goleador en el trayecto clasificatorio hacia el torneo.
Su vida osciló en el alambre por culpa de un tiro que buscaba su muerte en un bar de México, país donde estaba instalado desde hacía siete años y donde había logrado su explosión como futbolista. Primero en el Jaguares de Chiapas. Después en el América, donde cumplía su cuarto ejercicio y desde donde partía para auxiliar a su selección en la pelea mundialista.
“En cuanto pasó el suceso pensamos sobre todo en la persona. Menos en el jugador“, subrayó Paulo Da Silva, el zaguero del combinado guaraní, donde gracias a su experiencia se ha asentado como uno de los pilares del conjunto del técnico argentino Gerardo Martino.
El espíritu de Cabañas ilumina la estancia paraguaya en Pietermarizburg, el lugar de concentración del equipo rojiblanco. Ha elegido una fortaleza el combinado sudamericano. Reforzado por numerosa presencia policial, instalado en un lugar lleno de colinas. Al margen del ruido, del clamor popular y sólo alentado por el calor de los lugareños, poco dados a visitas sonoras. Sobre todo a estas alturas del año. En invierno.
Paraguay ha elegido el sosiego del paisaje de esta localidad cercana a Durban, una región costera, turística. En horas bajas ahora, cuando en medio mundo es verano.
El estado de Cabañas anima a Paraguay. Sobre todo ahora, que el atacante, con la vida salvada, cumple etapas de su recuperación.
“El hecho de que esté con vida y pueda vernos es un plus para jugar por un compañero porque a lo largo de la fase de clasificación fue uno de los más importantes. En parte jugamos por él y en parte por los que se quedaron fuera de la convocatoria“, destacó Da Silva.
Paraguay está al tanto de la evolución de Cabañas. Ya ha pasado tiempo desde que permaneció inconsciente. Cuando ni siquiera pudo conocer los cuantiosos homenajes que suspiraban por su recuperación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario