Visita Convivir Sembrar PazLa FIFA insta a Brasil a que modere las manifestaciones religiosas a las que está acostumbrado a realizar de forma pública durante los partidos internacionales para que éstas no tengan cabida dentro del Mundial.
Los mensajes religiosos en las camisetas ocultas bajo el uniforme estarían prohibidos, al igual que los mensajes políticos e incluso personales, tratando de evitar así cualquier tipo de conflicto que pueda generar la multitud de culturas que se arremolinan en torno a este tipo de eventos.
"Nos pidieron que obedezcamos el reglamento", desveló el jefe de prensa de Brasil, una selección con varios jugadores de fervientes creencias religiosas que no dudan en hacer público su credo, la mayoría de carácter evangelista.
De esta forma, en este Mundial podría no verse más la famosa camiseta interior de Kaká con el mensaje "I Belong to Jesus" -Pertenezco a Jesús- o los rezos colectivos de la canarinha que tuvieron lugar tras ganar la pasada Copa Confederaciones, algo de lo que se había quejado en su momento la federación danesa: "No hay lugar para la religión en el fútbol. Mezclar religión y deporte como se hizo significó casi crear un acto religioso en sí mismo. Así como no podemos permitir que la política se mezcle con el fútbol, también la religión debe quedar excluida".
Los mensajes religiosos en las camisetas ocultas bajo el uniforme estarían prohibidos, al igual que los mensajes políticos e incluso personales, tratando de evitar así cualquier tipo de conflicto que pueda generar la multitud de culturas que se arremolinan en torno a este tipo de eventos.
"Nos pidieron que obedezcamos el reglamento", desveló el jefe de prensa de Brasil, una selección con varios jugadores de fervientes creencias religiosas que no dudan en hacer público su credo, la mayoría de carácter evangelista.
De esta forma, en este Mundial podría no verse más la famosa camiseta interior de Kaká con el mensaje "I Belong to Jesus" -Pertenezco a Jesús- o los rezos colectivos de la canarinha que tuvieron lugar tras ganar la pasada Copa Confederaciones, algo de lo que se había quejado en su momento la federación danesa: "No hay lugar para la religión en el fútbol. Mezclar religión y deporte como se hizo significó casi crear un acto religioso en sí mismo. Así como no podemos permitir que la política se mezcle con el fútbol, también la religión debe quedar excluida".
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