Brasil goleó ayer por 1-5 a una débil Tanzania sin necesidad de hacer grandes esfuerzos y mostrando una mejor cara que en días anteriores, en su último amistoso antes del debut en el Mundial.
Robinho, con dos goles en la primera mitad; Ramires, con otros dos en la segunda, y Kaká firmaron los tantos de la canarinha que se estrenará en Sudáfrica contra Corea del Norte el martes de la semana que viene.
Al igual que en el amistoso contra Zimbabue de la semana pasada, Brasil jugó ayer en Dar es Salaam con ritmo de entrenamiento, sin intensidad, midiendo los esfuerzos y preocupado en evitar lesiones de última hora.
Los hombres dirigidos por el seleccionador Dunga mejoraron en la faceta ofensiva, con un Kaká más despierto y un Robinho oportuno, lo que sirvió para superar con facilidad a su frágil rival.
La mejor noticia para Brasil fue que Kaká completó los 90 minutos, jugó mejor que en días anteriores, hizo la asistencia del primer gol y metió el cuarto, con un remate de pecho.
Sin embargo, los brasileños fallaron en defensa y en la elaboración de juego en el centro del campo, donde cometieron numerosos errores que terminaron en varias oportunidades de gol para la formación local.
Un fallo garrafal de Felipe Melo casi termina en un gol de Ngassa, pero una buena estirada del portero Gomes evitó que los tanzanos lograsen la sorpresa.
A pesar de sus errores en el centro de la cancha, la calidad de los delanteros brasileños fue suficiente para desequilibrar el partido.
Durante los primeros compases, Robinho abrió el marcador con un tiro cruzado con el que aprovechó un pase magistral de Kaká, quien tuvo su mejor actuación desde que se unió a la concentración de Brasil.
El segundo gol llegó en un centro desde la banda izquierda, obra de Michel Bastos, que Robinho cabeceó a las redes sin oposición de la defensa del combinado africano.
En la segunda parte, el centrocampista Ramires, quien acababa de ingresar en la cancha, fusiló la meta rival con un zurdazo a media distancia después de desembarazarse de tres rivales con una potente arrancada.
El cuarto tanto de la selección sudamericana lo convirtió Kaká, con un remate de pecho en el área pequeña, a pase de Maicon desde la línea de fondo.
En los últimos minutos, Jabir Azziz logró el gol de la honra para Tanzania con un remate de cabeza en un saque de córner y Ramires respondió con otro testarazo en el tiempo de descuento.
Ciudades de Brasil apoyan a su equipo
Los habitantes de Río de Janeiro han trasladado su apoyo a la selección brasileña a las calles, decoradas con los colores verde y amarillo, típicos de la canarinha, con el objetivo de animar a su equipo durante el Mundial de Sudáfrica.
Brasil buscará en Sudáfrica su sexto título mundial de fútbol, tras los conquistados en 1958, 62, 70, 94 y 2002 y, a falta de cuatro días para que empiece el torneo más importante del mundo, la afición brasileña se ha volcado con su selección.
Y qué mejor forma de demostrar el apoyo y la confianza de la población en el equipo del técnico Dunga que teñir las ciudades, las calles y los comercios con los vivos colores de la bandera nacional, la tradicional verde-amarela.
Los vecinos de la calle Doctor Leal, en el barrio de Engenho de Dentro, ya hace 28 años que decoran la vía con tonos verde y amarillo para darle suerte.
La Turma de Leal, asociación de vecinos encargada del decorado, ha llenado el pavimento con decoraciones de inspiración africana: tigres, leones, jirafas e incluso voluptuosas mujeres negras que recrean el paisaje que los jugadores brasileños deben estar viviendo en Sudáfrica.
Banderitas verdes, amarillas, blancas y azules crean un falso techo por la calle, cuyo asfalto está lleno de dibujos con el logotipo del Mundial y frases de apoyo a la selección.
Los árboles están envueltos con manualidades que imitan pájaros y plantas exóticas con la copa dorada del vencedor.
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