martes, 26 de junio de 2018

Grupo B Arabia Saudí redime su imagen al vencer a Egipto 2 a 1

vArabia Saudí derrotó ayer a Egipto (2-1) con un gol en la prolongación del centrocampista del Villarreal Salem Al Dawsaryen, que resolvió un choque gris en el que el protagonismo se lo llevó el guardameta de los ‘faraones’, Essam el Hedary, quien se convirtió en el jugador más veterano en disputar un Mundial.

Suponía su debut mundialista y el establecimiento de una marca para la historia: con 45 años, cuatro meses y nueve días, El Hedary superaba a su colega colombiano Faryd Mondragón y se convertía en el jugador más veterano.

El fallo en el pase lo cometió Salem y lo aprovechó El Said. El jugador del Kuopion finlandés lanzó en largo para que ‘Mo’ Salah mostrara su habilidad en el control en carrera y el oportunismo que atesora en sus botas, para marcar con un sutil globo sobre la salida alocada de Al Mosailen.

Apenas trece minutos después volvió a acaparar los focos. Arabia Saudí apretaba, Hegazy salvaba bajo palos, pero en la jugada siguiente una desafortunada acción del central egipcio, al que el balón pegó en el brazo, concluyó en el punto fatídico.

Fue entonces cuando el portero egipcio desplegó toda la sabiduría que acumula. Aguantó la mirada a Fahad al Muwallad, adivinó su intención y sacó una mano prodigiosa que hizo que el balón rebotara en el larguero.

El error no desesperó a los de Juan Antonio Pizzi, más hábiles y decididos. La constancia tuvo su fruto en el descuento. Fahd cayó en el área en un forcejeo con Hegazy y el colombiano Wilmard Roldán no lo dudó.

Sí lo hizo, sin embargo, el equipo arbitral a cargo del VAR que avisó al colegido. Tras dos largos minutos, Roldán aceptó acercarse a la pantalla y confirmó su primera impresión. Salmán, uno de los jugadores más destacados e interesantes del partido, engañó al héroe egipcio.

Las alternativas se mantuvieron hasta el último minuto, el de la tragedia para los egipcios y el de la felicidad para el equipo de Pizzi. Una jugada embarullada en el área egipcia cayó en las botas de Salem, centrocampista del Villarreal, que de volea lo cruzó al palo largo de El Hedary.

Un gol que redimió en parte la mala imagen de los saudíes en este Mundial y hundió a los egipcios que, 28 después de su última presencia, se marchan con un récord personal, sin conocer la victoria.

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