Un nuevo frente judicial se abrió ayer en el mundo del fútbol: el francés Jerome Valcke, antiguo número dos de la FIFA, y Nasser Al-Khelaifi, director de la sociedad BeIn Media y presidente del París SG, están acusados de corrupción en el proceso de atribución de los derechos de los medios de comunicación de varios Mundiales.
Pocos minutos después del anuncio por la justicia suiza de la apertura del proceso penal contra ambos, la justicia francesa tomó el relevo anunciando el registro de las oficinas en París de la cadena de televisión catarí BeInSports.
"Dos magistrados acompañados por varios investigadores de la Oficina Central de la lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales (OCLCIFF) procedieron al registro de las oficinas parisinas de BeIN Sports Francia”, indicó en un comunicado el ente público francés. El pasado 20 de marzo se abrió una investigación por "sospechas de corrupción privada, estafa, gestión desleal y falsificación de documentos”, indicó el Ministerio Público suizo. En colaboración con las autoridades competentes "de Francia, de Grecia, de Italia y de España, varios registros tuvieron lugar simultáneamente en diversos lugares”, añadió Suiza.
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