Gianni Infantino, secretario general de la UEFA, instó, ayer, en Praga, a la Liga de Fútbol española (LFP) a que acepte la decisión de cambiar las fechas del Mundial de Catar 2022 a noviembre-diciembre, para evitar las altas temperaturas veraniegas en ese país.
Javier Tebas, presidente de la LFP, ha sido crítico con esta modificación desde el primer momento en que se comenzó a plantear la situación, e incluso ayer, en Madrid, informó que habían presentado ante el TAS unos "informes periciales” y que calculan que pueden "estar hablando de unos 72 millones de dólares en pérdidas”.
"Hay que pensar en todos los jugadores que no van al Mundial, que son la mayoría de los que juegan en la Liga BBVA”, dijo, y añadió que tendrían un parón en la competición de dos meses. Por su parte, Infantino señaló que en este tipo de reclamaciones y protestas públicas Tebas busca "publicidad”, así como señaló que "es una pena que la gente no acepte decisiones que son tomadas por la mayoría”.
"Tú no puedes tomar todas las decisiones por unanimidad absoluta, porque no se podrían adoptar nunca”, reflexionó el directivo de la UEFA, quien apuntó que la mayoría de las ligas, e incluso la Asociación de Clubes Europeos (ECA), aceptaron el cambio del Mundial de Catar al invierno.
"El Mundial es la competición de selecciones nacionales más importante y se tiene que jugar en las mejores condiciones. Por ello, si una vez en 150 años de historia hay que cambiar el calendario, no se va a acabar el mundo”, dijo Infantino.
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