La familia del uruguayo Alcides Ghiggia, fallecido este jueves a los 88 años en el mismo día que se cumplió el 65 aniversario de su gesta en el famoso "Maracanazo", veló ayer en Montevideo el cuerpo del exfutbolista en un acto privado previo al traslado del féretro al Palacio Legislativo de Uruguay. "Fue un gran padre, muy estricto, pero también un hombre que mostraba su perfil dulce", aseguró su hijo Arcadio en las inmediacionesdel tanatorio, lugar donde acudió un buen puñado de periodistas.
Ghiggia falleció este jueves mientras veía un partido de fútbol por televisión con Arcadio en el hospital en el que estaba internado debido a un dolor de espalda.
"Andaba un poco débil (...) y se sentía disminuido. Tenía un corazón grande, de deportista (...) y decidió irse un 16 de julio", expresó Arcadio.
El exfutbolista sufrió en junio de 2012 un accidente de tráfico y, tras permanecer un tiempo en coma inducido, superó esta situación pero para moverse dependía de un bastón, el cual suponía una gran molestia para el mito.
El hijo de Ghiggia también indicó que quiere que se recuerde a su padre "como una persona dada y como un icono del fútbol mundial".
Después del velatorio familiar, el féretro de uno de los símbolos de este deporte en Uruguay fue trasladado al Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo uruguayo en Montevideo, que el jueves declaró duelo oficial y decretó honras fúnebres para despedirle.
El sepelio del exjugador fue en el Panteón de los Olímpicos del Cementerio de Buceo en la capital uruguaya, el mismo lugar donde descansan los restos del famoso poeta uruguayo Mario Benedetti o los de Alberto Schiaffino, quien anotó el gol del empate uruguayo frente a Brasil en aquella final del Mundial de 1950
Los restos del deportista recibieron el último adiós por parte de un país que le considera un héroe.
Asimismo, la bandera nacional permaneció a media asta en todos los edificios públicos.
El exdelantero será recordado siempre por el pueblo uruguayo por ser el autor del segundo gol junto a la selección celeste en la final del mundial de 1950, en el partido disputado contra Brasil en el Estadio de Maracaná de Río de Janeiro.
Ese gol posibilitó que Uruguay se consagrara campeón mundial en un partido que es recordado como una de las mayores victorias en la historia del fútbol.
Tras sobrevivir en 2012 a un coma inducido por un accidente de tráfico, nada hacía esperar el fatal desenlace del jueves cuando el mito del fútbol fue internado en una clínica uruguaya por dolores de espalda.
"Estábamos viendo la repetición de la libertadores (Copa) de Inter contra Tigres y en un momento determinado tenía ganas de vomitar. (...) Después tenía un poco de dolor de espalda, lo inclinamos y cuando volvió de vuelta para atrás en la cama tuvo un vahído y le dio un paro cardiaco", dijo Arcadio.
Miles de personas acompañaron el féretro del deportista hasta su última morada y le agradecieron por lo que hizo en favor de Uruguay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario