martes, 13 de mayo de 2014

Altos costos y corrupción empañan el Mundial de Brasil

El costo de construir el estadio de la Copa del Mundo en Brasilia casi se ha triplicado a 900 millones de dólares en fondos públicos debido, en buena medida, a que se inflaron las sumas mediante facturas falsas, afirmaron auditores del Gobierno. Ese aumento de costos lo convierte en el segundo estadio de fútbol más caro del mundo, a pesar de que la ciudad no tiene siquiera un equipo profesional de envergadura.
El estadio Mané Garrincha, con 288 enormes pilares de cemento que sostienen un techo de alta tecnología que se limpia solo, es el proyecto más costoso del Mundial de Brasil, que generó 11.500 millones de dólares en gastos. Sus críticos lo describen como el ejemplo más acabado del despilfarro y la mala administración, por no decir cosas peores.
Los vínculos entre las firmas de la industria de la construcción y los políticos no hacen sino agravar las sospechas entre los brasileños de que la gran fiesta del fútbol está machada por la corrupción. Y plantean interrogantes sobre si los políticos que se benefician de las generosas contribuciones de estas firmas.

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