El protector solar, gafas de sol y bermudas, en contraste con los guantes, abrigos y bufandas, serán todos obligatorios en el equipaje del aficionado que viaje al Mundial de Brasil 2014 en pleno invierno del hemisferio sur, pero en medio de un carrusel climático en este país continental.
En Brasil habrá madrugadas con temperaturas cercanas a cero grados centígrados en el sur, hasta lluvias tropicales con 35º C y 100% de humedad en el norte amazónico y noreste.
Un informe entregado al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y al Comité Organizador Local (COL), confeccionado con base en las variables meteorológicas de los últimos cinco años, apunta datos concretos a tener en cuenta por atletas, entrenadores y preparadores físicos.
Por ejemplo, la final del mundo, que comenzará a las 16:00 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, podrá tener una temperatura promedio de 25º C, si se tiene en cuenta el comportamiento de ese mismo día a esa hora en los últimos cinco años realizado por el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).
Según el informe elaborado por la meteoróloga Andrea Ramos, coordinadora de Desarrollo y Pesquisa del Inmet, la temperatura máxima de los últimos cinco años en julio a las 16:00 en Río de Janeiro fue de 32º C y la mínima de 16,4º C.
La temperatura promedio se ubicó entre los 23º C y 25º C en la ‘Ciudad maravillosa’. “Tal vez en la final se registren temperaturas más agradables en Río de Janeiro, porque a la hora del partido es probable que comience hacia el fin de la tarde una brisa oceánica”, dijo la meteoróloga, que apuntó que la humedad será alta, entre el 85 y 100%.
Si el Mundial será la ‘copa del avión’, con distancias continentales como los 3.100 km que separan a la sureña Porto Alegre de la nororiental Natal, también tendrá la particularidad de ser ‘la copa de todos los climas’.
Toman sus previsiones
España, campeón mundial, defenderá su trono con su concentración en Curitiba, que espera, según los registros recientes, una mínima de 9,5º C, aunque cercano a cero en la región serrana del estadio de Paraná, sur del país, limítrofe con Argentina y Paraguay.
“La temperatura que tendrá España es más parecida a la de Europa, con máxima de 20º C y mínima de 9º C, apuntó un especialista brasileño.
Un encuentro en Curitiba, según los antecedentes, podría tener en horas de la noche una temperatura de 6 grados, tal como se registró en 2009 durante junio. Porto Alegre, por ejemplo, capital del estado de Río Grande do Sul, que limita con Uruguay y Argentina, contabilizó mínimas de 5 grados en julio.
San Pablo, según la especialista, es la sede más propensa a cambios climáticos, algo que pone en alerta a los preparadores físicos. Ahí se inaugurará el torneo con Brasil-Croacia el 12 de junio. La temperatura para ese día, con base en los últimos cinco años, puede variar de los 17º C a los 9, con clima seco y soleado o con llovizna. Eso ya lo saben los técnicos, médicos y preparadores físicos
Para Destacar
Un país que es un ‘continente’; son 12 las sedes del torneo
Brasil es un ‘continente’ más. Es por eso la variedad de temperaturas que habrá durante el Mundial. Las selecciones que participarán saben de esto y toman sus previsiones.
Uno de los aspectos que no les cayó bien a los jugadores es que deben hacer viajes largos, de hasta 3 horas y media. La línea Gol se encargará del traslado de los planteles.
Manaos sigue siendo la ciudad más ‘difícil’
Sin dudas el escenario más duro para todas las selecciones será la humedad, el calor y las lluvias de Manaos, capital del estado de Amazonas. Ya lo sufrió España en 2013.
Las selecciones que llegarán a Río de Janeiro apuntan a tener su lugar de concentración cerca del mar, en procura de aprovechar la brisa en las calurosas noches.
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