viernes, 12 de julio de 2013

MUNDIAL SUB-20 Coraje contra efectividad

Jamás se bate en retirada. Para Uruguay el coraje es una cuestión de honor y esa es su principal arma para encarar ante Francia la final de la Copa Mundial Sub-20, que tendrá mañana un campeón inédito.

Uruguay, un país rioplatense que derrocha fútbol por los poros de su piel, reafirmó en este torneo que la "garra charrúa" sigue vigente, y además el equipo ventila talento y solidaridad.

Pero ante Francia podría volver a sufrir porque los galos casi no perdonan a la hora de definir, con un total de 15 tantos en seis partidos que lo ponen a la cabeza de los más goleadores.

¿Qué es eso de sufrir? Uruguay sufre pero tiene un fútbol exitoso, como lo demuestran sus dos copas Mundiales en mayores, en 1930 en Montevideo y en 1950 cuando puso de rodillas a Brasil en el legendario estadio Maracaná, de Río de Janeiro.

Uruguay está acostumbrado a triunfar: cuando la ruta a la final se alejaba como el horizonte, le empató 1-1 a Irak sobre la hora con gol de Gonzalo Bueno; aguantó la igualdad durante la media hora extra y liquidó a los asiáticos 7-6 en los penales, una vez que el defensor y capitán Gastón Silva convirtió su disparo y Saif Salman elevó el suyo.

Los "Celestes" no sólo se repusieron a la derrota en los 90 minutos con gran despliegue físico, sino que también lo hicieron en los penales cuando tuvieron el peor de los comienzos: el remate de Gianni Rodríguez fue atajado, con lo cual Irak se puso 1-0, pero el posterior de Ali Faez pegó en un palo. Fue una señal positiva y auspiciosa para Uruguay, que, con la ansiedad apenas gobernable, a partir de entonces embocó todos los penales.

Aunque venció con lo justo, Francia tuvo un paso más tranquilo al vencer 2-1 a Ghana en Bursa, con un doblete de Florian Thauvin, desplegando orden táctico con Paul Dogba (Juventus, Italia) amor y señor del centro de la cancha, y potencia de tres cuartos hacia adelante, tal como lo demostró en ese partido en el estadio Ataturk, de Bursa.

El ataque y la diversidad de sus goleadores, es el punto fuerte de los Bleus, en el que nada menos que ocho jugadores distintos acumularon los 15 goles, entre ellos los cuatro que convirtió Yaya Sanogo, quien acaba de fichar con el Arsenal inglés tras cumplir su contrato con el Auxerre francé.

Uruguay llega a la final de un Mundial Sub-20 por segunda vez, después de 1997 cuando perdió con Argentina, mientras que Francia es la primera vez que disputará un partido por la corona.

Argentina y Brasil, los principales campeones Sub-20 con seis y cinco títulos mundiales, no estuvieron en Turquía por haber sido eliminados en la competencia sudamericana por Colombia, Uruguay, Paraguay y Chile, en ese orden, equipos todos ellos que superaron al menos la primera ronda.

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