domingo, 28 de agosto de 2011

Blatter prefiere Río de Janeiro y no Sao Paulo, para que abra el Mundial 2014

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, expresó su preferencia para que Río de Janeiro sea la sede del partido inaugural del Mundial de Brasil 2014 y no Sao Paulo, como pretende la organización local.

"Hay definitivamente una competencia entre Río y Sao Paulo para ser la sede de la apertura. Pero ya le dimos a Río el centro de prensa y la sede de la FIFA durante el mundial. Por eso, la ciudad más adecuada para la inauguración es Río de Janeiro", declaró Blatter en una entrevista concedida al diario O Estado de Sao Paulo.

Según el máximo dirigente del fútbol mundial, "el fútbol brasileño es Río y, para el mundo, Río es la ciudad más atractiva para abrir un mundial, sin dudas".

Cuando Brasil fue escogido para realizar el próximo mundial, se determinó por parte de la organización local que la inauguración sería en Sao Paulo, la mayor ciudad del país, y la final en Río de Janeiro.

El frustrado proyecto para la adecuación del estadio Morumbí, escogido inicialmente por los organizadores para la apertura del mundial, y la posterior demora para consolidar la construcción de un nuevo estadio, en este caso el Itaquerao del club Corinthians, provocó un descontento en la FIFA.

Ese atraso hizo que Sao Paulo quedara por fuera de la Copa de las Confederaciones, que Brasil organizará en 2013 y servirá como un termómetro para la realización un año después del mundial.

Otras ciudades que serán sedes del mundial, como la capital Brasilia y Belo Horizonte, cuyas obras en los estadios están bastante adelantadas, se postularon para recibir el partido inaugural.

Blatter comentó al respecto que "el principal obstáculo para la organización del mundial en Brasil han sido las luchas políticas entre alcaldes, gobernadores y el Gobierno federal y eso puede, de hecho, perjudicar muchas cosas. Brasil realizará un óptima Copa del Mundo, pero tiene que resolver esa disputa política".

Admitió también que la relación entre la dirigencia del fútbol y el Gobierno brasileño era "más fácil" con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva que con la actual mandataria, Dilma Rousseff.

De otro lado, el dirigente suizo descartó el temor de un "caos" en la organización del mundial, pero alertó sobre el problema en la infraestructura de los aeropuertos, situación para la cual la FIFA delegó un asesor especial para colaborar con el Gobierno en ese campo.


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