El partido amistoso entre Chile y Uruguay del próximo miércoles, fecha en que se conmemoran los 100 años de la selección nacional y que servirá de marco para la despedida del seleccionador Marcelo Bielsa, pone en jaque al Gobierno que intenta no verse implicado en la polémica, según publica la prensa hoy.
La página electrónica de El Mercurio sostiene que en Palacio (sede del Ejecutivo) evalúan marginarse, considerando la polémica que se generó por las denuncias de presunta intervención del Gobierno en las pasadas elecciones de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP), que ganó el español Jorge Segovia.
La ANFP cursó invitaciones al presidente Sebastián Piñera, al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, la ministra portavoz, Ena von Baer, y el subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz Tagle.
Aunque versiones señalan que algunos de estos personajes intentarían llegar al estadio Monumental, donde se disputará el partido, en Palacio reconocen que la situación es compleja.
Temen que las autoridades reciban la protesta del público, que consideran ciertas las versiones que hablan de presunta intervención del Gobierno en las elecciones de la Federación, postura que además ha tenido eco en los parlamentarios opositores quienes han conformado una comisión para llevar el tema a la Contraloría.
Con el partido se pretendía celebrar los 100 años del representativo nacional, pero tras la derrota del actual presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls, y la renuncia de Bielsa, que tienen todo el favoritismo de la hinchada, las protestas ya se han anunciado en la redes sociales.
Según El Mercurio, el clima ha cambiado significativamente e incluso en internet ya hay convocatorias para realizar simbólicas protestas durante el partido por el fin del ciclo del rosarino, como vestir camisetas negras y no la clásica de color rojo.
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