La incierta reelección de Harold Mayne-Nicholls como líder del fútbol chileno dejó en duda la continuidad como técnico nacional de Marcelo Bielsa, y los adversarios opositores al dirigente ya piensan en su reemplazo.
El técnico argentino fue traído en agosto de 2007 por Mayne-Nicholls, quien al asumir un año antes se había propuesto renovar el fútbol chileno. Mayne-Nicholls, quien preside una comisión de la FIFA que analizó las candidaturas para los mundiales de 2018 y 2022, ha tenido éxito en su gestión en Chile y la selección avanzó a los octavos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
Pero los detractores del dirigente le critican cierto autoritarismo en sus decisiones y que no toma en cuenta a los clubes grandes. También hay diferentes apreciaciones sobre el reparto del dinero que genera el fútbol.
"Si ese espacio de diálogo hubiese existido en la actual administración, no estaríamos aquí y no habría hecho falta hacer todo esto", aseguró el candidato opositor, Jorge Segovia, al presentar la víspera su postulación.
Segovia, un empresario propietario de una universidad y del club Unión Española, fue la alternativa final de los detractores de Mayne-Nicholls.
En su presentación como candidato lo acompañaron 14 clubes, entre los que figuran 12 de los 18 equipos de primera división. El voto de los clubes de primera tiene una valoración superior a los de segunda.
La reelección el 4 de noviembre de Mayne-Nicholls, de profesión periodista, parecía asegurada, pero sus opositores lograron configurar un grupo en el que algunos dirigentes que habían comprometido su respaldo al actual titular del fútbol chileno aparecieron sorpresivamente apoyando a Segovia.
El técnico argentino fue traído en agosto de 2007 por Mayne-Nicholls, quien al asumir un año antes se había propuesto renovar el fútbol chileno. Mayne-Nicholls, quien preside una comisión de la FIFA que analizó las candidaturas para los mundiales de 2018 y 2022, ha tenido éxito en su gestión en Chile y la selección avanzó a los octavos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
Pero los detractores del dirigente le critican cierto autoritarismo en sus decisiones y que no toma en cuenta a los clubes grandes. También hay diferentes apreciaciones sobre el reparto del dinero que genera el fútbol.
"Si ese espacio de diálogo hubiese existido en la actual administración, no estaríamos aquí y no habría hecho falta hacer todo esto", aseguró el candidato opositor, Jorge Segovia, al presentar la víspera su postulación.
Segovia, un empresario propietario de una universidad y del club Unión Española, fue la alternativa final de los detractores de Mayne-Nicholls.
En su presentación como candidato lo acompañaron 14 clubes, entre los que figuran 12 de los 18 equipos de primera división. El voto de los clubes de primera tiene una valoración superior a los de segunda.
La reelección el 4 de noviembre de Mayne-Nicholls, de profesión periodista, parecía asegurada, pero sus opositores lograron configurar un grupo en el que algunos dirigentes que habían comprometido su respaldo al actual titular del fútbol chileno aparecieron sorpresivamente apoyando a Segovia.
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