Los uruguayos lanzaron hoy una masiva campaña por Internet para pedir que el gobierno del país declare el día de mañana como feriado para poder ver el partido con Holanda por las semifinales del Mundial de fútbol de Sudáfrica.
"Si no, tendrán que echarnos a todos", amenazan los internautas.
El presidente del país, José Mujica, dispuso hasta ahora la habilitación de un moderno complejo cultural del centro de Montevideo para que los hinchas vean el partido en pantalla gigante.
El partido de mañana paralizará totalmente el país, más allá de las disposiciones legales que se adopten. Las propias empresas públicas y privadas han dispuesto horarios especiales de funcionamiento que se extienden hasta una hora antes del inicio del partido, marcado para las 18:30 GMT.
La enseñanza pública y privada está de vacaciones y servicios como el del transporte público, los taxis y otros se verán reducidos, aunque se mantendrán atenciones esenciales, como el sistema de salud y de seguridad pública.
Anticipándose a lo que ocurra en el partido de mañana, los uruguayos preparan ya una calurosa y masiva recepción a la delegación, porque se considera que ya es un éxito haber llegado a estar entre los cuatro mejores del Mundial.
Desde el Ministerio del Interior se ajustan detalles de las celebraciones que se iniciarán, seguramente, en el aeropuerto internacional de Carrasco, y continuarán con una caravana hasta el centro de Montevideo.
La otra posibilidad, aún no descartada, es que el avión celeste aterrice en el aeropuerto de Durazno, a unos 180 kilómetros de Montevideo, y la delegación recorra ese tramo en bus para recibir el saludo de todos los pueblos por los que transite.
El Ejecutivo maneja también la idea de organizar un espectáculo en el estadio Centenario, que fue sede del primer Mundial, en 1930 y que ha sido el escenario de los grandes acontecimientos futbolísticos de la historia.
Sebastián Bauza, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), dijo hoy a radio "El Espectador" que el éxito del seleccionado uruguayo "tiene varias explicaciones".
"Es un proyecto que comenzó hace unos cuántos años con el maestro (Oscar) Tabárez" y recordó que Uruguay fue uno de los pocos países que se clasificó al Mundial Sub 17, Sub 20 y al mayor en las últimas ediciones.
Para el dirigente se trata de "una generación espectacular de deportistas y personas", entre quienes destacó el "gran mérito" del técnico, Oscar Tabárez.
Uruguay está disfrutando el Mundial, como quería Tabárez y sin las presiones que impuso la dura eliminatoria sudamericana, está a un paso de ser finalista y con las mismas posibilidades que los rivales europeos de alzarse con el título.
"Esta alegría es la contracara del pesimismo uruguayo que tan bien describió Mario Benedetti, mezcla de miedo y cobardía, de resignación y de pereza, de indiferencia y apatía", escribió hoy la senadora del partido en el gobierno Constanza Moreira en el diario "La República".
"Si no, tendrán que echarnos a todos", amenazan los internautas.
El presidente del país, José Mujica, dispuso hasta ahora la habilitación de un moderno complejo cultural del centro de Montevideo para que los hinchas vean el partido en pantalla gigante.
El partido de mañana paralizará totalmente el país, más allá de las disposiciones legales que se adopten. Las propias empresas públicas y privadas han dispuesto horarios especiales de funcionamiento que se extienden hasta una hora antes del inicio del partido, marcado para las 18:30 GMT.
La enseñanza pública y privada está de vacaciones y servicios como el del transporte público, los taxis y otros se verán reducidos, aunque se mantendrán atenciones esenciales, como el sistema de salud y de seguridad pública.
Anticipándose a lo que ocurra en el partido de mañana, los uruguayos preparan ya una calurosa y masiva recepción a la delegación, porque se considera que ya es un éxito haber llegado a estar entre los cuatro mejores del Mundial.
Desde el Ministerio del Interior se ajustan detalles de las celebraciones que se iniciarán, seguramente, en el aeropuerto internacional de Carrasco, y continuarán con una caravana hasta el centro de Montevideo.
La otra posibilidad, aún no descartada, es que el avión celeste aterrice en el aeropuerto de Durazno, a unos 180 kilómetros de Montevideo, y la delegación recorra ese tramo en bus para recibir el saludo de todos los pueblos por los que transite.
El Ejecutivo maneja también la idea de organizar un espectáculo en el estadio Centenario, que fue sede del primer Mundial, en 1930 y que ha sido el escenario de los grandes acontecimientos futbolísticos de la historia.
Sebastián Bauza, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), dijo hoy a radio "El Espectador" que el éxito del seleccionado uruguayo "tiene varias explicaciones".
"Es un proyecto que comenzó hace unos cuántos años con el maestro (Oscar) Tabárez" y recordó que Uruguay fue uno de los pocos países que se clasificó al Mundial Sub 17, Sub 20 y al mayor en las últimas ediciones.
Para el dirigente se trata de "una generación espectacular de deportistas y personas", entre quienes destacó el "gran mérito" del técnico, Oscar Tabárez.
Uruguay está disfrutando el Mundial, como quería Tabárez y sin las presiones que impuso la dura eliminatoria sudamericana, está a un paso de ser finalista y con las mismas posibilidades que los rivales europeos de alzarse con el título.
"Esta alegría es la contracara del pesimismo uruguayo que tan bien describió Mario Benedetti, mezcla de miedo y cobardía, de resignación y de pereza, de indiferencia y apatía", escribió hoy la senadora del partido en el gobierno Constanza Moreira en el diario "La República".
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