Port Elizabeth.- El veterano astro Ronaldo lanzó la advertencia: "Felipe Melo no debe pasar sus vacaciones en Brasil", dijo el "Fenómeno" en su Twitter. Pero el volante de la Juventus no se sintió aludido.
Melo sostuvo que su expulsión de la cancha por un violento pisotón en Arjen Robben no fue la causa de la derrota por 2-1 ante Holanda que sacó a Brasil del Mundial de Sudáfrica.
"Brasil no perdió a raíz de mi entrada, sino por nuestro fracaso colectivo", sostuvo el jugador después del partido en el que realizó el lanzamiento en profundidad que resultó en el primer gol "verdeamarillo". Luego se convirtió en villano al regalarle el empate a Holanda al intentar desviar de cabeza un centro de Wesley Sneijder. Y más tarde, la expulsión.
"No puedo creer la falta de comunicación entre Julio (César, el portero) y Felipe", comentó desde Brasil el "Fenómeno" tras el tanto de empate "oranje".
Pocos minutos después, Melo volvió a vestir el atuendo de villano al pisar fuertemente a Robben, a quien había derribado antes con una entrada dura, y que estaba tirado sobre la cancha agarrado al balón: "No quería pisarlo, es que la pelota estaba sobre él y yo quería sacarla", fue la explicación que brindó para justificar el pisotón.
La alegación es aún menos creíble ante el historial de violencia del jugador, quien días antes del debut de Brasil en Sudáfrica había reconocido que tendría que moderar su tendencia de recurrir a faltas violentas.
"Estoy acá para ayudar, no para perjudicar al equipo. Sé que tengo que moderarme. Hay momentos en los que las faltas son inevitables, pero sé que si tengo por delante a algún gran jugador, como (el argentino Lionel) Messi, debo intentar frenarlo sin dejar al equipo con un hombre menos", dijo entonces.
De hecho, en su última temporada en la Juventus italiana, el brasileño confirmó su fama de "coleccionista de tarjetas": recibió 13 amarillas y dos rojas en 29 partidos.
Ese historial generó preocupación entre los analistas deportivos y también muchas bromas en Brasil, donde se abrió en Internet una lista de supuestos "hechos" sobre el jugador, uno de los cuales advertía: "A raíz de Felipe Melo, los mejores momentos del Mundial serán editados por Quentin Tarantino".
Pese a que muchos en Brasil culpan a Melo de la derrota, tanto el técnico, Carlos Dunga, como los compañeros del volante salieron en su defensa. En la rueda de prensa, Dunga reiteró que la eliminación de Brasil del Mundial es "responsabilidad de todos", con lo que coincidió el lateral derecho Dani Alves: "No debemos buscar culpables. En un grupo, cuando ganamos, ganamos todos, y cuando perdemos, perdemos todos".
Pero reconoció que le faltó a Melo tranquilidad para enfrentar el incidente que generó su expulsión: "Creo que hubo cierta exageración. Ese jugador (Robben) se tiraba por la cancha cada momento. Felipe no tuvo madurez suficiente para aguantarse ese tipo de recurso".
El volante de la Juventus aseguró que se siente destrozado por la eliminación de Brasil: "Yo no tengo más qué llorar, estoy seco adentro. Hablé con mi familia, mi esposa estaba llorando, todos estaban llorando. Lo difícil es que yo ya pensaba en una semifinal, en una final".
"Pido disculpas, porque, así como yo, millones de personas querían este título y no se pudo. Este ha sido el año más difícil de mi vida en la Juventus, y en la selección brasileña he sufrido ahora mi primera derrota. Salimos en un partido en el que tuvimos oportunidades de marcar goles. Tengo que pedir disculpas a la hinchada brasileña, no por mi falta, sino porque todos fallamos", concluyó.
Melo sostuvo que su expulsión de la cancha por un violento pisotón en Arjen Robben no fue la causa de la derrota por 2-1 ante Holanda que sacó a Brasil del Mundial de Sudáfrica.
"Brasil no perdió a raíz de mi entrada, sino por nuestro fracaso colectivo", sostuvo el jugador después del partido en el que realizó el lanzamiento en profundidad que resultó en el primer gol "verdeamarillo". Luego se convirtió en villano al regalarle el empate a Holanda al intentar desviar de cabeza un centro de Wesley Sneijder. Y más tarde, la expulsión.
"No puedo creer la falta de comunicación entre Julio (César, el portero) y Felipe", comentó desde Brasil el "Fenómeno" tras el tanto de empate "oranje".
Pocos minutos después, Melo volvió a vestir el atuendo de villano al pisar fuertemente a Robben, a quien había derribado antes con una entrada dura, y que estaba tirado sobre la cancha agarrado al balón: "No quería pisarlo, es que la pelota estaba sobre él y yo quería sacarla", fue la explicación que brindó para justificar el pisotón.
La alegación es aún menos creíble ante el historial de violencia del jugador, quien días antes del debut de Brasil en Sudáfrica había reconocido que tendría que moderar su tendencia de recurrir a faltas violentas.
"Estoy acá para ayudar, no para perjudicar al equipo. Sé que tengo que moderarme. Hay momentos en los que las faltas son inevitables, pero sé que si tengo por delante a algún gran jugador, como (el argentino Lionel) Messi, debo intentar frenarlo sin dejar al equipo con un hombre menos", dijo entonces.
De hecho, en su última temporada en la Juventus italiana, el brasileño confirmó su fama de "coleccionista de tarjetas": recibió 13 amarillas y dos rojas en 29 partidos.
Ese historial generó preocupación entre los analistas deportivos y también muchas bromas en Brasil, donde se abrió en Internet una lista de supuestos "hechos" sobre el jugador, uno de los cuales advertía: "A raíz de Felipe Melo, los mejores momentos del Mundial serán editados por Quentin Tarantino".
Pese a que muchos en Brasil culpan a Melo de la derrota, tanto el técnico, Carlos Dunga, como los compañeros del volante salieron en su defensa. En la rueda de prensa, Dunga reiteró que la eliminación de Brasil del Mundial es "responsabilidad de todos", con lo que coincidió el lateral derecho Dani Alves: "No debemos buscar culpables. En un grupo, cuando ganamos, ganamos todos, y cuando perdemos, perdemos todos".
Pero reconoció que le faltó a Melo tranquilidad para enfrentar el incidente que generó su expulsión: "Creo que hubo cierta exageración. Ese jugador (Robben) se tiraba por la cancha cada momento. Felipe no tuvo madurez suficiente para aguantarse ese tipo de recurso".
El volante de la Juventus aseguró que se siente destrozado por la eliminación de Brasil: "Yo no tengo más qué llorar, estoy seco adentro. Hablé con mi familia, mi esposa estaba llorando, todos estaban llorando. Lo difícil es que yo ya pensaba en una semifinal, en una final".
"Pido disculpas, porque, así como yo, millones de personas querían este título y no se pudo. Este ha sido el año más difícil de mi vida en la Juventus, y en la selección brasileña he sufrido ahora mi primera derrota. Salimos en un partido en el que tuvimos oportunidades de marcar goles. Tengo que pedir disculpas a la hinchada brasileña, no por mi falta, sino porque todos fallamos", concluyó.
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