La deportación de Sudáfrica de diez hinchas violentos argentinos que habían viajado a ver el Mundial desató una polémica en Argentina que salpica a las autoridades del país, que ayer volvieron a negar que estén vinculados a los llamados “barras bravas”.
Los hinchas, uno de ellos camuflado con una máscara para no ser identificado, llegaron el martes al aeropuerto bonaerense de Ezeiza tras haber sido detenidos el domingo en Johannesburgo cuando aterrizaron para asistir al Mundial de fútbol.
Sudáfrica resolvió deportar a diez hinchas, de los 80 “barras bravas” argentinos que viajaron este fin de semana, a raíz de la información aportada por las fuerzas de seguridad del país.
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