domingo, 13 de junio de 2010
La imaginación al poder en Alemania
Visita Convivir Sembrar Paz
Los alemanes están adquiriendo la costumbre de darse un banquete de goles en sus estrenos mundialistas. Hace ocho años en Corea y Japón festejaron un 8-0 sobre Arabia Saudí, y hace cuatro, en su propia casa, irrumpieron en la competición con un espectacular 4-2 sobre Costa Rica. Sin embargo, el 4-0 con el que el tricampeón del mundo abordó la Copa Mundial de la FIFA 2010 el domingo por la tarde en Durban contra Australia, fue otro cantar.
Hacía tiempo que Alemania no presentaba un fútbol tan estilizado, tan alegre y tan ofensivo como en su primer encuentro en Sudáfrica. Acaso nunca haya exhibido algo así. Sea como fuere, el hecho es que el conjunto del seleccionador Joachim Loew ha logrado consumar su metamorfosis en un equipo rutilante, como lo ha demostrado en su apertura del telón de la primera prueba reina celebrada sobre suelo africano. Los combinados germanos que se proclamaron campeones en 1954, 1974 y 1990 se caracterizaron por su combatividad y sobre todo por su tenaz voluntad de victoria, más que por su brillantez. El domingo los alemanes dominaron con un juego combinativo, artístico e incisivo.
Klose destaca el juego por las bandas
"Creo que ése ha sido el punto clave. Sabíamos que los australianos acumulaban muchos hombres en el centro del terreno de juego. Por eso hemos intentado deliberadamente jugar por los flancos. Eso lo sabemos hacer bien, como se ha visto. Pienso que ha sido impresionante", comentó Miroslav Klose, autor del segundo tanto de los alemanes, en declaraciones en exclusiva para FIFA.com. En efecto, fueron sobre todo el joven Thomas Mueller, por la derecha, así como el vivaz Lukas Podolski, por la izquierda, quienes sacaron los colores a la defensa australiana en cuestión de minutos.
"Hemos estado entrenando justamente eso durante tres o cuatro semanas. Queríamos jugar rápidos al ataque, porque así es como se gana al fútbol hoy en día", apuntó Podolski, que con su tempranera primera brecha encarriló el arranque perfecto de la Mannschaft. Mueller añadió: "Hemos dejado correr el balón, pero no siempre lo hemos pasado arriba de la misma manera, sino que hemos cambiado de banda con eficacia. Hemos hecho un gran partido, y eso nos hace sentir estupendamente".
Oezil y Cía han gozado de lo lindo
Pero no fue sólo el juego por las bandas lo que cautivó a los espectadores. Fue más bien la gracia del juego alemán en general, que ha sido sublime desde todo punto de vista. La nueva banda de granujas de Loew no puede alardear de una gran experiencia, pero compensa perfectamente esa falta con una enorme reserva de talento individual. Más que ningún otro, por supuesto, Mesut Oezil. "Sabemos que tenemos mucho fútbol. Y yo cada vez me lo paso mejor jugando con esta tropa", señaló el volante.
El director de juego de 21 años del Werder Bremen es el artista que Alemania había estado esperando desde hace mucho tiempo. En Sudáfrica podrá contar con numerosos colaboradores imaginativos, con los que parece de hecho haber encontrado ya la forma de revolucionar radicalmente la filosofía de juego alemana. Con todo, Oezil mantiene los pies en el suelo: "Ahora lo primero que tenemos que hacer es comprobar que podemos lograr un rendimiento similar contra Serbia. ¡Eso es lo que cuenta!", avisa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario