Hasta ahora, los árbitros del Mundial eran sagrados para la FIFA. Pero tras los numerosos errores en Sudáfrica 2010 e incluso antes del gol injustamente anulado a Inglaterra en el choque contra Alemania ayer, la Federación reconoció su malestar y anunció reformas.
Los árbitros, con una incomprensible afición a mostrar tarjetas amarillas e insoportables gestos de exhibición, fueron hasta ahora el peor "equipo mundialista" en Sudáfrica. Tras un largo silencio, la FIFA reconoció ayer las más que flojas actuaciones de los jueces del Mundial.
"Se adoptaron algunas decisiones que no fueron buenas", admitió ayer el secretario general de FIFA, Jérome Valcke, en Johannesburgo. La clara elección de palabras de un alto dirigente deja patente que en las altas esferas de la Federación Internacional hay preocupación. Pero las necesarias reformas no se adoptarán hasta una vez terminado el torneo en Sudáfrica.
"No tenemos tiempo para implantar cambios de inmediato. Eso puede ocurrir para el Mundial de 2014", dijo Valcke, quien rechazó la prueba por video o el chip en el balón. Esos elementos hubieran evitado que el gol de Frank Lampard ante Alemania fuera anulado.
"Eso no es objeto de discusión", dijo Valcke. En lugar de ello, el francés abogó por la implantación de asistentes de gol en los campeonatos del mundo, tal como se probó en la Liga Europa.
"Podemos ayudar a los árbitros si los respaldan más ojos", dijo.
De todo el mundo llueven actualmente críticas sobre los 29 árbitros del Mundial. Tampoco el árbitro alemán Herbert Fandel puede ocultar su irritación. "Las actuaciones de los árbitros se han estabilizado. Pero hubo una sorprendente fase durante el Mundial con actuaciones negativas dignas de mención. Eso hay que reconocerlo", dijo ayer a la agencia DPA Fandel.
"En un campeonato del mundo deben pitar los mejores árbitros, los que también actúan en las grandes Ligas, y no réferis que pitan en alguna playa", exigió el seleccionador de Suiza, Ottmar Hitzfeld.
El capitán de Nueva Zelanda, Ryan Nelsen, se sorprendió: "Si éstos son los mejores árbitros que puede ofrecer la FIFA, no quiero ver los peores", afirmó el referente helvético.
El español Alberto Undiano, el italiano Roberto Rosetti, que dirigió la final de la Eurocopa, el belga Frank de Beeckere y el mexicano Marco Rodríguez simbolizan otra desagradable faceta del comportamiento de los árbitros: con gestos afectados y exageradas maneras se colocan en un excesivo primer plano.
El uzbeko Ravshan Irmatov, debutante en un Mundial, demostró en el partido inaugural, que dirigió de modo magistral, cómo hay que arbitrar. También en los dos siguientes partidos se mostró natural y consecuente. De pronto, el árbitro de 32 años es el máximo candidato para la final.
Los médicos respaldan sorprendentemente a los árbitros. El médico jefe de FIFA, Jiri Dvorak, los elogió ayer: "La estricta actuación de los árbitros en caso de faltas graves llevó a una disminución de las lesiones", dijo.
No al uso del video
La FIFA insistió ayer en que no debatirá el uso del video, que podría evitar errores como el de ayer del árbitro uruguayo Jorge Larrionda, que anuló un gol legal a Inglaterra que hubiera supuesto el empate 2-2 ante Alemania.
En un comunicado una hora después del partido de octavos de final del Mundial, FIFA señaló: "En cuanto a la tecnología de la línea de gol sigue vigente la posición de FIFA, acorde con la decisión tomada por la IFAB en marzo", dijo sobre la negativa del International Football Association Board, responsable de las reglas del fútbol.
En su última sesión en marzo, la IFAB decidió descartar el chip en el balón y la ayuda de las imágenes de video, que hubieran evitado el error ayer de Larrionda en contra de Inglaterra.
Minuto 38
Beckenbauer admite el gol
El mítico ex jugador alemán Franz Beckenbauer admitió ayer que el gol anulado a Inglaterra en los octavos de final del Mundial debió haber subido al marcador.
"El juez de línea tiene que verlo. Fue un gol claro", criticó.
En el minuto 38, cuando Inglaterra perdía por 2-1, Frank Lampard lanzó un disparo que se estrelló en el travesaño, botó adentro del arco y volvió a salir. El juez, el uruguayo Jorge Larrionda, no permitió que el gol subiera al marcador, aunque en las repeticiones se observa claramente que la pelota entró en el arco.
La situación recordó de inmediato a la final del Mundial de Inglaterra en 1966 disputada en el estadio de Wembley. Un gol similar de los locales en la prórroga supuso el 3-2 contra los alemanes, que terminarían perdiendo 4 a 2.
De primera mano
CULPAN A BLATTER
El ex jugador internacional inglés Alan Shearer culpó ayer al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, del gol no concedido a Inglaterra. "Todos piden que se recurra a la tecnología, menos una persona", declaró Shearer.
SIEMPRE ALEMANIA
Gary Lineker, ex delantero inglés, dijo hace un tiempo algo que ayer se hizo verdad. "El fútbol es un juego en el que 22 jugadores corren detrás de la pelota y al final siempre gana Alemania".
UNA REVANCHA
La nueva estrella de Alemania, Thomas Müller, afirmó que el triunfo de ayer, más el gol no convalidado a Inglaterra, es una revancha para su país que la esperó por más de 40 años, en alusión a la final de 1966.
Los árbitros, con una incomprensible afición a mostrar tarjetas amarillas e insoportables gestos de exhibición, fueron hasta ahora el peor "equipo mundialista" en Sudáfrica. Tras un largo silencio, la FIFA reconoció ayer las más que flojas actuaciones de los jueces del Mundial.
"Se adoptaron algunas decisiones que no fueron buenas", admitió ayer el secretario general de FIFA, Jérome Valcke, en Johannesburgo. La clara elección de palabras de un alto dirigente deja patente que en las altas esferas de la Federación Internacional hay preocupación. Pero las necesarias reformas no se adoptarán hasta una vez terminado el torneo en Sudáfrica.
"No tenemos tiempo para implantar cambios de inmediato. Eso puede ocurrir para el Mundial de 2014", dijo Valcke, quien rechazó la prueba por video o el chip en el balón. Esos elementos hubieran evitado que el gol de Frank Lampard ante Alemania fuera anulado.
"Eso no es objeto de discusión", dijo Valcke. En lugar de ello, el francés abogó por la implantación de asistentes de gol en los campeonatos del mundo, tal como se probó en la Liga Europa.
"Podemos ayudar a los árbitros si los respaldan más ojos", dijo.
De todo el mundo llueven actualmente críticas sobre los 29 árbitros del Mundial. Tampoco el árbitro alemán Herbert Fandel puede ocultar su irritación. "Las actuaciones de los árbitros se han estabilizado. Pero hubo una sorprendente fase durante el Mundial con actuaciones negativas dignas de mención. Eso hay que reconocerlo", dijo ayer a la agencia DPA Fandel.
"En un campeonato del mundo deben pitar los mejores árbitros, los que también actúan en las grandes Ligas, y no réferis que pitan en alguna playa", exigió el seleccionador de Suiza, Ottmar Hitzfeld.
El capitán de Nueva Zelanda, Ryan Nelsen, se sorprendió: "Si éstos son los mejores árbitros que puede ofrecer la FIFA, no quiero ver los peores", afirmó el referente helvético.
El español Alberto Undiano, el italiano Roberto Rosetti, que dirigió la final de la Eurocopa, el belga Frank de Beeckere y el mexicano Marco Rodríguez simbolizan otra desagradable faceta del comportamiento de los árbitros: con gestos afectados y exageradas maneras se colocan en un excesivo primer plano.
El uzbeko Ravshan Irmatov, debutante en un Mundial, demostró en el partido inaugural, que dirigió de modo magistral, cómo hay que arbitrar. También en los dos siguientes partidos se mostró natural y consecuente. De pronto, el árbitro de 32 años es el máximo candidato para la final.
Los médicos respaldan sorprendentemente a los árbitros. El médico jefe de FIFA, Jiri Dvorak, los elogió ayer: "La estricta actuación de los árbitros en caso de faltas graves llevó a una disminución de las lesiones", dijo.
No al uso del video
La FIFA insistió ayer en que no debatirá el uso del video, que podría evitar errores como el de ayer del árbitro uruguayo Jorge Larrionda, que anuló un gol legal a Inglaterra que hubiera supuesto el empate 2-2 ante Alemania.
En un comunicado una hora después del partido de octavos de final del Mundial, FIFA señaló: "En cuanto a la tecnología de la línea de gol sigue vigente la posición de FIFA, acorde con la decisión tomada por la IFAB en marzo", dijo sobre la negativa del International Football Association Board, responsable de las reglas del fútbol.
En su última sesión en marzo, la IFAB decidió descartar el chip en el balón y la ayuda de las imágenes de video, que hubieran evitado el error ayer de Larrionda en contra de Inglaterra.
Minuto 38
Beckenbauer admite el gol
El mítico ex jugador alemán Franz Beckenbauer admitió ayer que el gol anulado a Inglaterra en los octavos de final del Mundial debió haber subido al marcador.
"El juez de línea tiene que verlo. Fue un gol claro", criticó.
En el minuto 38, cuando Inglaterra perdía por 2-1, Frank Lampard lanzó un disparo que se estrelló en el travesaño, botó adentro del arco y volvió a salir. El juez, el uruguayo Jorge Larrionda, no permitió que el gol subiera al marcador, aunque en las repeticiones se observa claramente que la pelota entró en el arco.
La situación recordó de inmediato a la final del Mundial de Inglaterra en 1966 disputada en el estadio de Wembley. Un gol similar de los locales en la prórroga supuso el 3-2 contra los alemanes, que terminarían perdiendo 4 a 2.
De primera mano
CULPAN A BLATTER
El ex jugador internacional inglés Alan Shearer culpó ayer al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, del gol no concedido a Inglaterra. "Todos piden que se recurra a la tecnología, menos una persona", declaró Shearer.
SIEMPRE ALEMANIA
Gary Lineker, ex delantero inglés, dijo hace un tiempo algo que ayer se hizo verdad. "El fútbol es un juego en el que 22 jugadores corren detrás de la pelota y al final siempre gana Alemania".
UNA REVANCHA
La nueva estrella de Alemania, Thomas Müller, afirmó que el triunfo de ayer, más el gol no convalidado a Inglaterra, es una revancha para su país que la esperó por más de 40 años, en alusión a la final de 1966.
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