ESPN
Un gol de Landon Donovan en el último suspiro del partido metió a la selección de Estados Unidos en los octavos de final como primera de su grupo tras un encuentro en el que la primera mitad estuvo nivelada, pero en el que fue el equipo americano el único que trató de ganar en la segunda.
Sin jugar bien, con muchas limitaciones técnicas, dificultades en el remate y con más tesón que calidad, Estados Unidos tuvo su principal virtud en la confianza y en tiempo de prolongación logró una victoria que no sólo le mete en octavos, sino que le clasifica como primera, por delante de Inglaterra.
Fue Donovan el mejor jugador del encuentro, el que logró, al aprovechar un rechace, el gol definitivo.
Las fuerzas estuvieron muy niveladas en una primera parte entretenida, en la que ambos equipos se aproximaron con frecuencia a la meta rival como consecuencia de un juego de ida y vuelta propiciado por la rápida recuperación de la pelota por parte de una y otra defensa.
Un balón al larguero de Djebbour en el sexto minuto de partido fue la principal acción ofensiva de Argelia den todo el partido, mientras que Estado Unidos dio la réplica en un gol anulado a Dempsey por un fuera de juego muy ajustado a los veinte minutos.
En ese momento la selección inglesa marcó en el otro partido, lo que dejaba a los dos conjuntos fuera del Mundial, circunstancia que incrementó la intensidad en el juego de estadounidenses y argelinos, necesitados de sumar el triunfo para no marcharse a casa.
Para ello, Argelia prodigaba el regate y las acciones en corto, aunque con disparos lejanos, mientras que Estados Unidos triangulaba más el balón y dispuso de alguna acción más clara que las de su oponente. Con este equilibrio de fuerzas se llegó al descanso.
El partido perdió calidad en el inicio del segundo tiempo, puesto que ambos equipos se vieron atenazados, quizá por la circunstancia de que un gol en contra acababa definitivamente con sus opciones. Así fue hasta que Dempsey desaprovechó una clara opción para marcar al enviar el balón al poste (m.57).
A partir de ese momento se animó el juego y hubo nuevas alternativas en las áreas en las que la imprecisión de los atacantes y la seguridad de los defensores se combinaron para que el marcador no se moviera.
El partido entró en su media hora final todavía con las opciones abiertas para los dos equipos, aunque el balón rondaba cada vez más el área argelina, ya que Estados Unidos se adueñó poco a poco del balón.
A quince minutos del final ese dominio era mayor, aunque no daba resultado frente a la cada vez más impotente Argelia, a la que en ese momento una posible victoria por 1-0 tampoco le servía.
El final fue de intenso dominio estadounidense, el único equipo que a esas alturas del partido creía en la victoria y que la obtuvo cuando ya había acabado el otro encuentro, lo que dejó a Eslovenia fuera de la Copa.
Sin jugar bien, con muchas limitaciones técnicas, dificultades en el remate y con más tesón que calidad, Estados Unidos tuvo su principal virtud en la confianza y en tiempo de prolongación logró una victoria que no sólo le mete en octavos, sino que le clasifica como primera, por delante de Inglaterra.
Fue Donovan el mejor jugador del encuentro, el que logró, al aprovechar un rechace, el gol definitivo.
Las fuerzas estuvieron muy niveladas en una primera parte entretenida, en la que ambos equipos se aproximaron con frecuencia a la meta rival como consecuencia de un juego de ida y vuelta propiciado por la rápida recuperación de la pelota por parte de una y otra defensa.
Un balón al larguero de Djebbour en el sexto minuto de partido fue la principal acción ofensiva de Argelia den todo el partido, mientras que Estado Unidos dio la réplica en un gol anulado a Dempsey por un fuera de juego muy ajustado a los veinte minutos.
En ese momento la selección inglesa marcó en el otro partido, lo que dejaba a los dos conjuntos fuera del Mundial, circunstancia que incrementó la intensidad en el juego de estadounidenses y argelinos, necesitados de sumar el triunfo para no marcharse a casa.
Para ello, Argelia prodigaba el regate y las acciones en corto, aunque con disparos lejanos, mientras que Estados Unidos triangulaba más el balón y dispuso de alguna acción más clara que las de su oponente. Con este equilibrio de fuerzas se llegó al descanso.
El partido perdió calidad en el inicio del segundo tiempo, puesto que ambos equipos se vieron atenazados, quizá por la circunstancia de que un gol en contra acababa definitivamente con sus opciones. Así fue hasta que Dempsey desaprovechó una clara opción para marcar al enviar el balón al poste (m.57).
A partir de ese momento se animó el juego y hubo nuevas alternativas en las áreas en las que la imprecisión de los atacantes y la seguridad de los defensores se combinaron para que el marcador no se moviera.
El partido entró en su media hora final todavía con las opciones abiertas para los dos equipos, aunque el balón rondaba cada vez más el área argelina, ya que Estados Unidos se adueñó poco a poco del balón.
A quince minutos del final ese dominio era mayor, aunque no daba resultado frente a la cada vez más impotente Argelia, a la que en ese momento una posible victoria por 1-0 tampoco le servía.
El final fue de intenso dominio estadounidense, el único equipo que a esas alturas del partido creía en la victoria y que la obtuvo cuando ya había acabado el otro encuentro, lo que dejó a Eslovenia fuera de la Copa.
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