lunes, 14 de julio de 2014

Los goleros brillan en el país de los atacantes



Miles de alemanes dieron rienda suelta a su euforia en Berlín cuando Mario Götze marcó el gol de la victoria sobre Argentina para el cuarto título de la Mannschaft. En la Puerta de Brandenburgo, corazón de la capital alemana, unas 250.000 personas siguieron el partido en pantallas gigantes, saltando y agitando banderas del país. El gol histórico de Götze estuvo acompañado del clásico We are the champions del grupo Queen.“Lo hemos logrado... ¡Alemania es campeona del mundo! Vamos a festejarlo toda la noche”, prometió Bianca Hoffman, de 35 años, que viajó a Berlín para seguir la final desde la región de Renania del Norte-Westfalia (oeste).En las calles, los gritos de alegría llegaban de todas las esquinas, en medio del estruendo de los petardos y de las bocinas de los coches. Una locura de negro, rojo y oro se apoderó de la ciudad, mientras los fuegos artificiales decoraban el cielo.El panorama fue de contraste en Argentina, donde millones de personas se sumieron en la tristeza pero también, en muchedumbre, aplaudieron al seleccionado que llegó adonde nunca imaginaron que llegaría. Decenas de miles de personas siguieron el partido en “puntos de aliento” instalados en distintas partes del país, y muchos de ellos, sobre todo grupos de jóvenes se secaban las lágrimas tras la victoria alemana que frustró su ilusión.“Gracias, gracias, por hacernos soñar”, gritaban jóvenes en los alrededores del céntrico Obelisco de Buenos Aires, clásico epicentro de festejos donde una multitud miró por televisión en los bares de los alrededores el encuentro en el Maracaná .Al contrario de lo que pudiese imaginarse de una derrota en una final de Copa del Mundo, los hinchas aplaudieron al terminar el partido y muchos lloraron.“Esto es un bajón (tristeza), pensé que vería por primera vez a Argentina campeona del Mundo, qué horrible”, dijo Martín Ramírez, de 20 años, quien se secaba las lágrimas al hablar, en la plaza San Martín.Vándalos atacan en Buenos AiresAFP n BUENOS AIRES Un grupo de hinchas, conocidos como los 'barrabravas' en Argentina, provocaron anoche violentos incidentes en los alrededores del Obelisco de Buenos Aires donde decenas de miles de personas se habían reunido para homenajear el segundo puesto obtenido por su selección en el Mundial Brasil-2014. Unos ocho policías heridos y 50 detenidos era el saldo de los incidentes que convirtieron la avenida 9 de Julio de Buenos Aires en un territorio de lucha campal entre los vándalos y la Policía, según imágenes transmitidas por las televisoras. Los actos de vandalismo incluyeron robos en los comercios de los alrededores del Obelisco y la destrucción de estaciones de buses y negocios. Pasada la medianoche local, la Policía consiguió controlar los desmanes gracias a gases lacrimógenos, carros lanzaaguas y también empleando motocicletas. Así, el centro quedó completamente desolado y sin servicio de transporte público. Decenas de hinchas desafiaron a policías antimotines lanzándoles objetos contundentes, mientras barricadas de oficiales respondían disparando balas de goma y bombas lacrimógenas. La gran mayoría de las personas que se reunieron en este centro emblemático de las celebraciones argentinas se dispersaron tras el inicio de los incidentes.

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