lunes, 14 de julio de 2014

La Goleada más vergonzosa

Nadie pareció imaginar que el 8 de julio de 2014 Brasil lloraría una derrota futbolística comparable al Maracanazo de 1950, o tal vez peor. Y sin embargo, eso fue lo que ocurrió.

Humillación, masacre, paliza... Esos son algunos de los denominativos que le han dado a la abultada derrota del equipo anfitrión frente a Alemania en el estadio Mineirao de Belo Horizonte (1-7).

En las calles de Río de Janeiro hubo personas que sufrieron en silencio frente a pantallas de TV, uno a uno, los goles con que Alemania eliminó a Brasil en la semifinal del Mundial 2014.

También hubo brasileños que descargaron su bronca con insultos a voz en cuello, cuando los alemanes convirtieron el 5-0 en la primera media hora de juego.

“¡Cabronada!”, gritaba uno en el bar “Mi Río” del barrio de Flamengo, donde los vecinos siguen en clima de fiesta los partidos del Mundial. “¡Carajo!”, protestaba otro a su lado.

Apoyado al mostrador había un hombre mayor con una camiseta estampada con banderas de Brasil, su rostro apagado.

“No sé ni qué pensar”, repetía.

Una mujer lloraba en el entretiempo, mucho antes de que lo hicieran los futbolistas brasileños como David Luiz al final del partido, cuando se retiraba del estadio Mineirão pidiendo disculpas.

Pero más allá de la mezcla de emociones, los brasileños coinciden en que ésta ha sido la peor derrota futbolística del temible pentacampeón del mundo.

“Es una vergüenza. Todo el mundo esperaba una presentación diferente. Pero ocurrió esto”, sostuvo Pinheiro, una brasileña de 44 años. “Entonces nos cabe lamentar y sufrir ahora: pasar por esta vergüenza”.

VEJACIÓN HISTÓRICA

En Brasil ya existen varios adjetivos para definir la paliza alemana, pero en su mayoría ellos encierran la idea de que dejará una cicatriz imborrable en las siguientes generaciones.

“Vejación histórica”, tituló el diario Folha de S.Paulo. “Humillación histórica”, destacó el portal de O Estado de S. Paulo.

No se trata sólo de que ésta sea la mayor goleada que Brasil ha recibido en una Copa del Mundo, ni la mayor registrada en una semifinal mundialista. Tampoco se trata sólo de que Brasil haya perdido en su casa, la primera vez que esto ocurre en un partido oficial en 38 años.

Lo que agrava las cosas para este país acostumbrado a ganar es la forma en que fue derrotado, sin mostrar siquiera una reacción anímica frente los goles alemanes.

El gol de la honra para Brasil llegó recién al minuto 90 del partido, cuando miles de sus hinchas ya se habían retirado del Mineirão y otros abucheaban a sus futbolistas.

“Parecería una selección Sub-20 jugando frente a un campeón del mundo”, decía asombrado un comentarista de la red Globo.

MUY TRISTE

Brasil entero sigue sin entender por qué le ocurrió una cosa así, y tal vez nunca lo consiga. “Explicar lo inexplicable es muy complicado”, sostuvo al final del partido el arquero Julio César.

Cuando el país sufrió la derrota de 1950 ante Uruguay por 2-1 en la final del primer Mundial que organizó, la búsqueda de motivos fue larga e incluyó hasta cuestionamientos a la calidad y hombría de los futbolistas brasileños. Además que repercutió para que cambien el color de su casaca de blanco a amarillo. Pero muchas de esas teorías quedaron enterradas con la maravillosa serie de victorias que Brasil cosechó en los últimos 64 años, que lo volvieron la mayor potencia futbolística del planeta.

Ahora muchos señalarán la ausencia de dos futbolistas clave de este plantel brasileño, el lesionado goleador Neymar y el suspendido capitán Thiago Silva, como parte de la explicación.

“Porque salió Neymar debe haber ocurrido esto”, reflexionó Barbasa, un hincha brasileño.

NÚMEROS

Siete goles

Con el 7-1, Alemania selló la mayor goleada en la historia de los Mundiales en una semifinal.

Hasta ahora, la mayor goleada en una semifinal mundialista fue en el Mundial de Suiza 1954, cuando también Alemania venció a Austria 6-1.

Alemania es también el primer país que marca siete goles en una semifinal del Mundial y el segundo equipo que le hace siete tantos a Brasil. Sólo Yugoslavia le hizo más de siete tantos, cuando en un amistoso en 1934 venció a Brasil (8-4).

Para encontrar una goleada tan amplia en contra de la verde-amarela en un partido oficial, hay que remontarse a septiembre de 1920 cuando Uruguay venció 6-0 a los brasileños en la Copa Sudamericana. Además, la del ocho de julio es la peor derrota de Brasil Mundial y la peor goleada a un anfitrión en toda la historia. Hasta ahora sólo a un equipo anfitrión le habían metido siete goles en un Mundial. Fue Suiza cuando perdió 5-7 frente a Austria en la Copa de 1954.

38 años

Primera derrota en casa. Por si esto fuera poco, se trata de la primera derrota en casa en 38 años en un partido oficial para Brasil, o lo mismo a 64 partidos sin perder desde la semifinal de la Copa de América de 1975. En esa ocasión, los brasileños cayeron frente a Perú (3-1) y casualmente el partido también se disputó en Belo Horizonte.

16 goles

Klose goleador. Siete goles acabaron en la portería de Julio César, pero el del delantero alemán Miroslav Klose, de 36 años, es histórico: con 16 tantos, el alemán se convirtió en el máximo goleador en la historia de los Mundiales. Hasta este partido en Belo Horizonte, Klose compartía esa distinción con el brasileño Ronaldo

29 minutos

Cinco goles. Alemania es el primer equipo en la historia de Mundiales en anotar 5 goles en los primeros 29 minutos de juego. Thomas Müller le dio a la selección Alemana una ventaja temprana antes de que empezara la peor goleada de la historia de Brasil en semifinales.

69 Segundos

Los dos goles de Toni Kroos, marcados con sólo 69 segundos entre sí, se convirtieron en el doblete más rápido en la historia del Mundial.

3 equipos

Sólo tres países: Haití, Zambia y ahora Brasil se fueron al descanso en un partido del Mundial con 5 goles en contra.



Rousseff

La presidenta brasileña Dilma Rousseff, que buscará su reelección este año, admitió su desazón tras el partido. “Estoy muy, muy triste con la derrota”, indicó en su cuenta de Twitter. “Pero no nos vamos a dejar quebrar”, agregó.

Empero durante el encuentro, se ecuchaba: “¡Dilma, vete a tomar por c...!”, resonó en las tribunas del estadio mundialista antes del fin del primer tiempo, un grito ya escuchado en la apertura de la Copa del Mundo el 12 de junio en la ciudad de Sao Paulo.



Reacción de los hinchas

En Belo Horizonte, donde se disputó el partido, sucedieron peleas callejeras que terminaron con 12 detenidos. Dentro del estadio hubo desmanes y varias personas que intentaron destruir parte del patrimonio público debieron ser expulsadas del recinto deportivo y custodiadas por la Policía hasta la salida, según las autoridades.

En Salvador, una de las 12 sedes, la FanFest de la FIFA, que reunía 50.000 espectadores, tuvo que ser suspendida por desmanes e intento de asalto colectivo.

En la playa de Copacabana, tres personas fueron arrestadas por causar una confusión que asustó a gran parte de las personas que pensaron que se trataba de un asalto colectivo.

En Recife, la Policía Montada tuvo que interrumpir la FanFest y usar gases lacrimógenos para dispersar una pelea entre aficionados durante el partido. Según medios locales, algunas personas resultaron pisoteadas por los caballos.

En Curitiba, unos 15 autobuses fueron apedreados y otro asaltado e incendiado, de acuerdo con la información no se reportaron heridos durante los actos de vandalismo.

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