domingo, 13 de julio de 2014

Brasil ya puede decir ‘misión cumplida’



Los pájaros de mal agüero abundaban en la previa: la Copa del Mundo sería un fracaso, con estadios inacabados, caos en aeropuertos, violentas protestas por doquier.

Pero el día de la final de un torneo que ha conquistado al mundo, si todo sale como ha planeado, hoy Brasil podrá vanagloriarse del éxito de una Copa donde han llovido goles y no hubo protestas violentas.

Cuando este inmenso país ganó el derecho a organizar el Mundial-2014, hace siete años, su objetivo era mostrar al mundo no solo que sabía jugar al fútbol, sino también que era capaz de organizar uno de los mayores eventos planetarios.

Y lo ha conseguido, coinciden el Gobierno, la FIFA y expertos.

“Nosotros conseguimos hacer la Copa a pesar de que decían que sería un caos”, dijo el viernes la presidenta Dilma Rousseff, que se juega la reelección en tres meses, a un grupo de periodistas extranjeros.

“Brasil es inmenso, tiene muchos defectos, las ciudades brasileñas tienen grandes problemas”, dijo Lamartine da Costa, experto en grandes eventos deportivos de la Universidad del Estado de Río (UERJ). “Pero ésta es la séptima economía del mundo: en el medio de la confusión, cuando hay necesidad de llevar algo adelante, la cosa en general funciona”, añadió. No obstante, muchas obras de infraestructura que fueron prometidas quedaron por el camino.

La paradoja es que donde todo podía salir bien, salió mal: en el plano futbolístico, la humillante paliza que recibió de Alemania en la semifinal (7-1), su peor derrota histórica, ha puesto en evidencia la crisis del deporte rey en este país que respira futebol.

Una fiesta tuvo lugar en las canchas de fútbol en Brasil. Basta con preguntar a exjugadores. “Fue una de las mejores Copas del Mundo desde el punto de vista técnico para mí, incluso si al acercarse la final ha sido un poco más tenso”, dijo Raí, exinternacional brasileño del París Saint Germain.

Es lógico en el país del futebol, que vio nacer a Garrincha, Pelé y a Ronaldo Fenómeno. El torneo ha sido un regalo en la fase de grupos, cuando por ejemplo España, actual campeona, fue goleada 5-1 por Holanda. Y cuando llegaron los partidos eliminatorios, la emoción llegó a su summum en octavos de final cuando Julio César, golero de Brasil, lloró antes de una sesión de penales de la cual, no obstante, fue ganador ante Chile.

Gran parte del éxito de la Copa radica en la magia de Brasil, su pasión por el fútbol y la samba, su clima, sus playas de primer nivel y su gente hospitalaria. Las fan fest en las 12 ciudades mundialistas han estado llenas a reventar, con hasta 25.000 hinchas en días de partido.

El Ministerio de Turismo estima que se superará la meta estimada inicialmente de 600.000 hinchas extranjeros durante la Copa, el doble de la cifra de extranjeros que asistieron a Sudáfrica-2010.

La FIFA admite que las cosas salieron bien, como siempre sucede en cada Mundial pese a los temores previos.

Los datosTurismo El número de turistas recibido por Brasil superó las mejores expectativas, incluso las del Gobierno, que consideraba unos 600.000 extranjeros en los 31 días de competición.Hubo más Tan solo en junio, cuando se disputó la fase de grupos del Mundial, Brasil recibió 692.000 visitantes extranjeros de 203 nacionalidades, según cifras de la Policía Federal.Aún falta Las autoridades aún no contabilizaron los números en julio, cuando se disputaron las fases eliminatorias del Mundial y en las que se produjo una inédita y masiva invasión de visitantes argentinos que aún no ha concluido.

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