lunes, 14 de julio de 2014

Argentina no gana, pero recupera su prestigio



Argentina recuperó en Brasil su prestigio futbolero con un subcampeonato después de 24 años, pero sobre todo el amor de su gente, que vibró como no lo hacía en mucho tiempo con un grupo de jugadores que le transmitió valores básicos como el sacrificio, el compañerismo y la humildad.

En un momento en el que el país atraviesa dificultades económicas y una gran polarización política, los argentinos encontraron en la selección de Lionel Messi un bálsamo y un ejemplo de unidad y pertenencia, más allá de la derrota 1-0 ante Alemania en la final en el Maracaná.

Para lograr esto, el equipo de Alejandro Sabella ofreció antes que nada un éxito en el deporte más seguido en su país tras 24 años de frustraciones, superando por primera vez desde Italia 1990 los cuartos, una instancia que se había convertido en “maldita”.

Uno de los legados más importantes de Sabella será el de haber centrado su discurso en la humildad, la solidaridad y el sacrificio, dejando de lado las bravuconadas de algunos de sus predecesores y la tristemente célebre arrogancia argentina.

“Los argentinos nos creemos más de lo que somos”, dijo en más de una rueda de prensa previa a un partido

En su camino ascendente en Brasil 2014, el equipo argentino mostró unidad pero también un encolumnamiento encomiable detrás de Messi, su crack y hombre providencial, respetado por todos y al mismo tiempo “humano” y a la par del resto.

Rodeado como nunca desde que empezó a jugar en la selección de un grupo de “amigos”, La Pulga, así se lo conoce, se sintió en casa y lo demostró con sus risas, su compenetración con el objetivo general y el agradecimiento público a sus compañeros.

Messi posterga el sueño hasta Rusia 2018

AFP - Río de Janeiro

Alemania forzó a la Argentina de Lionel Messi a guardar en la gaveta el sueño de obtener su tercera corona.

En 16 Copas del Mundo disputadas, Argentina ha alcanzado la final en cinco ocasiones, las dos últimas ante Alemania (1990 y 2014). Messi, con el “10” en la espalda y el brazalete de capitán no pudo alcanzar aún las glorias de predecesores como Mario Alberto Kempes, Diego Armando Maradona y Jorge Burruchaga, quienes conquistaron los únicos dos mundiales, los de 1978 y 1986.

“Lionel está en el olimpo de los grandes, pero desde hace rato”, dijo el DT Alejandro Sabella.

Argentina llegó a su última final en 1990, y cayó con la Alemania de Franz Beckenbauer (1-0).

Veinticuatro años después, la selección albiceleste vuelve a caer ante las fuerzas alemanas y Messi solo sueña con llegar a Rusia 2018 —con 31 años— y levantar de una vez por todas el bendito trofeo, como otra de las glorias de su país.

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