Diez hinchas violentos de equipos argentinos fueron detenidos ayer en Sudáfrica, cuando aterrizaron para asistir al Mundial de fútbol, y serán deportados este lunes a Buenos Aires, informaron fuentes de la Policía Federal del país sudamericano.
Después de llegar a Johannesburgo en un vuelo que procedía de Angola, las autoridades locales detuvieron a diez de 80 miembros de las barra bravas (grupos violentos) de Argentina y les indicaron que no podían entrar al país.
Los detenidos, algunos con causas judiciales pendientes, han sido alojados en un sector del aeropuerto Tambo, al que no tiene acceso el público.
Ocho oficiales de la Policía Federal argentina colaboran en Johannesburgo y Pretoria, donde está concentrada la selección que dirige Diego Maradona, con las fuerzas de seguridad sudafricanas.
El cónsul argentino en Johannesburgo, Carlos Rubio Reyna, dijo a la agencia estatal de noticias de Argentina que “Sudáfrica tomó una decisión que es soberana y que sólo se puede apelar en los tribunales de su país, por lo cual estas diez personas mañana regresarán a Buenos Aires”.
El viaje de barra bravas en Sudáfrica generó polémica en Argentina por sus supuestas conexiones políticas con el Gobierno y el origen de los fondos que solventan sus gastos durante el Mundial, en el año previo a las elecciones presidenciales de 2011.
Un grupo de hinchas violentos voló además en el mismo avión que la selección argentina, el 28 de mayo, y fue vinculado al cuerpo técnico del plantel albiceleste.
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